Capriles y la nacionalización de los médicos cubanos

En la medida en que avanza el abismo en la intención de voto en las encuestas venezolanas a favor de Nicolás Maduro, la desesperación en las filas de la oposición muestra actos que revelan su verdadera esencia injerencista. Abrumado por el trabajo de colaboración en salud del personal médico cubano, y acaso cansado de intentar plagiar, en sus promesas, los logros sociales indiscutibles de la revolución bolivariana, Capriles ha lanzado un llamado a la deserción de esos médicos cubanos. Y aunque las campañas presidenciales siempre dejan un abundante anecdotario, este gesto revela hasta qué punto se halla en consonancia con la preparación de la guerra estadounidense contra Venezuela.

Subrayo sus palabras: «Hoy se pone mucho acento en que tenemos en los centros de salud a los médicos cubanos y que gracias a ellos nuestro pueblo tiene salud. Escuchando tanto ¡Yo soy venezolano!, yo le ofrezco a todos esos médicos cubanos la nacionalidad de nuestra Venezuela».
Como se revelara en una de las filtraciones de WikiLeaks, que descubre el informe del entonces embajador, William Brownfield, en 2006, cinco puntos esenciales han marcado la campaña contra Hugo Chávez en la agenda estadounidense:

1. Fortalecer las instituciones democráticas

2. Penetrar en la base política de Hugo Chávez

3. Dividir el chavismo

4. Proteger los negocios vitales de EE.UU.

5. Aislar internacionalmente a Chávez.

Los resultados de la colaboración cubana, entre otros avances del proceso revolucionario bolivariano, se hallan en el centro del fracaso de tales intenciones. Son parte y esencia del apoyo popular a la revolución bolivariana. Capriles, que no baldíamente dio su “gira” personal por EEUU justo antes del trágico suceso de la desaparición física de Chávez, sale a la desesperada en este punto de la agenda. Si desglosamos sus palabras, vemos que:

Donde dice: «Hoy se pone mucho acento», puede entenderse claramente hasta qué punto el peso de la colaboración cubana, que tanto denuesta, y que intentó eliminar en las primeras horas del golpe de 2002 del que fue parte, lo ha aplastado.

Donde dice: «Escuchando tanto», puede escucharse: lo dicen, lo repiten y no es matraca de ellos!!!!!!

Donde dice: «¡Yo soy venezolano!», puede leerse, apenas: mi pasaporte es venezolano.

Y donde dice: « yo le ofrezco a todos esos médicos cubanos la nacionalidad de nuestra Venezuela», puede advertirse la clara huella de la estrategia de injerencia, promoviendo la deserción de “todos” los médicos cubanos.

Como hasta él mismo sabe que no ganará las elecciones, solo le queda lanzarse a la desesperada con la agenda que la USAID ha financiado. No es el peor de los zarpazos, y no hay por qué pensar que no acudirá a su naturaleza golpista, si la oportunidad se le presenta.