Chavistas: Ganando sin lecho de rosas

La presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, Tibisay Lucena, advirtió que este tramo final de las elecciones ocurrirá en “un delicado contexto emocional” luego de la muerte de Hugo Chávez.

Varios órganos de prensa estiman que el país suramericano se encamina hacia una nominación presidencial “intensa y áspera”, como demuestran los hechos.

Nicolás Maduro inició su campaña con una visita a la casa natal de Chávez, en el municipio de Sabaneta, estado de Barinas, junto a familiares de este, y posteriormente hubo un gran acto de masas.

En su discurso, Maduro puntualizó, entre otros asuntos, las actividades subversivas que tratan de involucrar en sus planes a militares venezolanos, y en ese contexto llamó a las fuerzas armadas a estar alertas.

Después arremetió contra su rival, Henrique Capriles Radonski, al cual señaló como un representante de la burguesía nacional y del imperialismo norteamericano y a quien prometió derrotar por un alto por ciento de votos.

Como era de esperar las encuestas y sus resultados se han multiplicado, todas situando a Maduro en primer lugar y a Carriles en segundo, mientras no mencionan a los candidatos menores.

Una de las más recientes cifras colocó a Maduro a solo 10,6 puntos de ventaja sobre Capriles, lo que de inmediato llevó a la televisora CNN y periódicos derechistas de Venezuela y España, a decir que se acorta la diferencia.

Pero hasta la CNN se hizo eco de una encuesta cuyo resultado fue que el 71 por ciento estimó que lo más importante es continuar el proyecto de Chávez, y el 86 por ciento valoró muy bien sus políticas.

Esa misma televisora comentó que el actual proceso electoral representa “una prueba para la continuidad del chavismo”, por lo que Maduro insiste en apegarse al discurso y símbolos del líder fallecido.

Al parecer con efectividad, pues una firma de sondeos ahora muy mencionada, la GIS-XXI, que la derecha ubica cercana al oficialismo, adelanta que el presidente encargado “ganará todos los escenarios electorales”.

No obstante, El Nuevo Herald estimó que se reduce la ventaja de Maduro frente a Capriles, y trata de probarlo con el saldo de dos encuestas reportadas este lunes.

Basado en esto asegura que la contienda es mucho más reñida de lo que el chavismo intenta hacer ver, y a continuación hace suya una firma, laDatin Corp., según la cual solo 8 puntos les separan.

 La ultraderecha coloca las cifras actuales frente a las divulgadas por voceros oficiales dos semanas antes y que brindaban a Maduro una ventaja de hasta 22 puntos.

Las encuestas y sus resultados no deben ser ignorados, por el contrario ser tomados en cuenta, sin olvidar, en diversos casos, su valor transitorio en medio de un escenario cambiante.

Sin embargo, en el tema concreto de Venezuela, para quienes deseen realmente vislumbrar el desenlace de estas elecciones existe algo mucho más seguro que los sondeos: la historia de 14 años de vida en una rica nación petrolera que en 1998 tenía un 70 por ciento de pobres.

La clara victoria de Hugo Chávez el pasado 7 de octubre, frente a Henrique Capriles Radonski, es una síntesis de los reiterados triunfos del primero desde aquel año.

También, las extraordinarias concurrencias a los actos organizados por los chavistas, el histórico papel desempeñado por las masas en la derrota del golpe de Estado ultraderechista de 2002 y el regreso al poder de Hugo Chávez.

Las grandes y sostenidas muestras de solidaridad y simpatías populares desde la muy compleja operación quirúrgica a Chávez en diciembre último y su posterior cuidado médico en La Habana y Caracas.

Más tarde las históricas y masivas muestras de dolor en los planos nacional e internacional por el fallecimiento del presidente bolivariano y después en las ceremonias efectuadas en el Cuartel de la Montaña.

He ahí macizas encuestas de opinión pública, real anticipo que ayuda a comprender mejor lo que está por venir en Venezuela el próximo 14 de abril, ahora con el nombre de Nicolás Maduro.