Japón debuta con victoria ante Brasil en Clásico Mundial
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Seis outs faltaron para el milagro de Brasil en el III Clásico Mundial de Béisbol, pero fallaron los relevistas y el titular vigente, Japón, salió airoso con angustias 5-3 en el inicio del grupo A del certamen.
Estoy orgulloso de mis peloteros, con muchos méritos. Cumplieron con la máxima que siempre les exijo: hacerlo bien, sin presión y con mucha entrega, destacó a la prensa Barry Larkin, el director de Brasil, con cierta pesadumbre. Lamentablemente un par de cosas salieron mal en el momento crucial y dejamos escapar el triunfo, pero al mismo tiempo nuestros muchachos enseñaron garra y suficiente nivel para enfrentar a cualquier rival, subrayó Larkin.
Fue una victoria muy disputada con un trabajo remarcable de los jugadores de Brasil que han demostrado que su inclusión en el Clásico Mundial no fue obra de la casualidad, reconoció el manager nipón Koji Yamamoto.
Confirma que el torneo será difícil y que cada paso cuenta, esta noche dormiremos felices pero con la mente puesta en el próximo partido (frente a China), añadió.
Cinco primeros innings para dejar boquiabiertos a cerca de 25 mil aficionados en el majestuoso Fukuoka Yafuoku Dome ante la muy sobresaliente actuación de Brasil, sin complejos y todo el tiempo de tú a tú frente a los monarcas de los dos Clásicos anteriores.
Dos pitchers suramericanos de pura cepa, Rafael Fernandes y Murilo Gouvea sorteando dificultades para contener a la ofensiva nipona sin complejos. Por añadidura, el desbordado antesalista Leonardo Reginatto (4-3), encendido con el madero.
Ni la fama y calidad del abridor de los locales Masahiro Tanaka, o los relevistas Toshiya Sugiuchi y Tadashi Settsu amilaron a los inspirados brasileños, mientras el ex Grandes Ligas Larkin no cabía en el dogout de tercera. Luego de un toque de tambores y danzas a cargo de Drum Tao y bailarinas de la Universidad de Hanazone en la ceremonia de inicio del grupo A del torneo y un episodio tranquilo para Fernandes, la carga de Brasil empezó temprano.
Sencillo por segunda de Paulo Orlando, quien avanzó a segunda por error y luego a tercera por fly de Felipe Burin, dejaron la escena lista para el cañonazo impulsador de Reginatto al izquierdo ante el asombro de todos.
Los japoneses demorarían hasta el tercero para igualar las acciones con hit de Sakamoto, toque de sacrificio de Kanunaka, base a Uchikawa e imparable de Itoi y el 1-1. Acto seguido, en el cuarto, tomaron el mando frente a Gouvea.
Lejos de amilanarse, las huestes de Larkin se crecieron y empataron en la parte baja del cuarto con biangular de Reginatto y sencillo de Sato, y de nuevo se fueron arriba con imparable de Orlando y otro tubey de Reginatto en el quinto capítulo. El milagro estuvo cerca pero en el octavo los de la tierra del Sol Naciente sacaron a relucir la estamina de los campeones y combinaron muy bien el llamado "juego chiquito" con el oportuno despertar de su ofensiva.
Inatrapable de Uchikawa al left, sacrificio del cuarto bate Itoi y línea al derecho del emergente Ibata para el abrazo a tres carreras y la explosión del relevista Oscar Nakayashi.
Base por bolas a Toritami del sustituto Kesley Kondo y tal vez la jugada clave del partido: línea del emergente Abe que casi atrapa el camarero Burin en gran salto, pero la pelota fuera del guante y un out forzado que trajo el desempate.
Para colmar la copa, imparable de Matsuda y el lapidario 5-3 en el tablero electrónico de la instalación.
Brasil, en apenas unas horas, chocará con Cuba en un cotejo de altas expectativas.
Anotación por entradas:
Japón 001 100 030 5 7 1
Brasil 100 110 000 3 9 0
Ganador: Tadashi Settsu
Perdedor: Oscar Nakaoshi
Juego Salvado: Kazuisha Makita
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