Futbolista brasileño falleció mientras entrenaba
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El futbolista brasileño Neto Maranhao, del Potiguar de Mossoró (equipo que disputa la primera división del Campeonato de Río Grande del Norte, en el noreste de Brasil), falleció este jueves mientras se entrenaba con el equipo debido a un paro cardio-respiratorio, de acuerdo con medios locales.
Neto Maranhao, de 28 años, llegó a ser socorrido por sus propios compañeros, aunque falleció de camino al hospital.
Los medios de comunicación informaron que los jugadores del Potiguar no fueron sometidos en este inicio de temporada a pruebas para detectar problemas cardíacos, y que en el momento en que el jugador empezó a sentirse mal, no había ningún médico en el campo de entrenamiento.
El equipo se entrenaba para su debut el domingo próximo en el Campeonato Potiguar, la primera división del estado, en la propia ciudad de Mossoró, a 285 kilómetros de Natal, capital regional.
El jugador, que actuaba como centrocampista, era una de las estrellas del campeonato para esta temporada.
Anteriormente, también había jugado en el Treze, Corinthians de Río Grande del Norte, Santa Cruz, Monte Azul, Náutico, América de Minas Gerais, Petrolina, Campienense y Salgueiro, la mayoría de ellos clubes del nordeste de Brasil.
Maranhao no es el único futbolista que ha muerto durante un entrenamiento o en un juego oficial debido a complicaciones respiratorias o del corazón.
El 26 de junio de 2003, el centrocampista camerunés Marc Vivien Foé fue parte de la selección africana que participó en la Copa FIFA Confederaciones. Ese día, Camerún disputó la semifinal ante Colombia, celebrada en el Stade de Gerland en Lyon, Francia. En el minuto 72 del partido Foé se desplomó en el círculo central. Después de los intentos de los paramédicos por reanimarlo en el terreno de juego, fue sacado del campo en una camilla, donde recibió reanimación boca a boca y oxígeno.
Una autopsia reveló que la muerte de Foé estuvo relacionada con el corazón como lo descubrió evidencia de miocardiopatía hipertrófica, una condición hereditaria conocida por aumentar el riesgo de muerte súbita durante el ejercicio físico.
Posteriormente el día 25 de enero del año 2004, el jugador húngaro del Benfica portugués, Miklos Fehér, falleció a poco de finalizar un partido contra el Vitória Guimaraes. El futbolista murió por una tromboembolia pulmonar, la cual es causada por una obstrucción total o parcial de la arteria pulmonar.
Dos jugadores españoles también han fallecido por razones similares. El 25 de agosto de 2007, en el transcurso del partido entre Sevilla y Getafe, que daba comienzo a la Liga Española, Antonio Puerta, en el minuto 28 de partido, sufrió un desmayo como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio.
Fuentes del hospital a donde fue llevado Puerta confirmaron que el jugador sevillista tuvo cinco paros cardiorrespiratorios la noche que fue ingresado.
En el 2009 el defensa Dani Jarque murió cuando su equipo, el Espanyol de Barcelona se encontraba de gira veraniega que su equipo realizaba por Italia.
Jarque perdió el conocimiento en la habitación del hotel de concentración. Recibió asistencia médica inmediata y aunque fue trasladado a un hospital, los médicos no pudieron hacer nada por reanimarle y el futbolista perdió la vida a causa de una asistolia el 8 de agosto de 2009.
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