Miami: Matorral hecho ciudad

En Miami ha pasado casi inadvertida la revelación de una auditoría que reprocha a esa urbe no cumplir la mayoría de sus propias reglas para evitar nuevos daños a su rectitud financiera.

La exploración estuvo a cargo de la Oficina Independiente del Auditor General y demostró que por segundo año consecutivo no aplicaron allí normas destinadas a proteger fondos públicos.

Uno de los más graves problemas señalados en el reporte del auditor Theodore Guba es el agotamiento de las reservas financieras de la ciudad.

Junto a ello detectaron que Miami tampoco cumplió la exigencia de hacer informes mensuales y una auditoría anual sobre el comportamiento de su presupuesto.

Las pautas destinadas a frenar las irregularidades en los asuntos oficiales de la ciudad fueron establecidas en el año 2000, luego que el Gobernador de la Florida la declaró en «emergencia financiera».

Joe Carollo, entonces alcalde de Miami, declaró ahora que no es posible confiar en un gobierno que declara tal urgencia y después anuncia un superávit multimillonario.

Carollo aludía a lo dicho semanas atrás por la administración, en el sentido de que esperaban un superávit de 37 millones de dólares al cerrar el año fiscal 2011-12, muy por encima de los 8,5 millones vaticinados.

Líderes sindicales también pusieron en duda el anuncio, formulado a pocos días de otro en que el mismo gobierno municipal de Tomás Regalado declarase una «urgencia fiscal».

Este oscuro panorama hizo recordar una investigación de la famosa revista Forbes, que abarcó las 200 mayores áreas metropolitanas de Estados Unidos, con el titulo America’s Most Miserable Cities.

A su juicio, revelado en febrero de 2011, eran 20 las urbes que sufrían peor calidad de vida, y situó en primer lugar a la californiana Stockton y en segundo a Miami

Forbes aclaró entonces que esa localidad no encabezó la lista gracias a su buen clima, con veranos cálidos y húmedos e inviernos suaves y secos.

En 2009 otra valoración similar de la revista la situó en el noveno lugar y un año más tarde en el sexto, hasta llegar al segundo 12 meses después.

La pesquisa de Forbes incluyó, entre otras cuestiones: corrupción, criminalidad, delincuencia y pobreza, que allí alcanzaba el doble de la media nacional por abarcar un 26 por ciento de sus habitantes.

Ahora los resultados de una auditoría en Miami tienden a corroborar el caos político-administrativo que reina en la ciudad, tan ensalzada como lo más parecido a la Gloria trasladada a la Tierra.