Las dos caras de Peter Pan
especiales
La poderosa maquinaria propagandística del Gobierno de Estados Unidos se ha especializado en deformar la historia de Cuba, sobre todo la vivida desde 1959.
Esa última etapa queda resumida en la titulada Operación Peter Pan, tenebroso suceso presentado después en Washington y Miami casi como un cuento de hadas.
Ahora anunciaron en esa ciudad floridana que este viernes develarían allí una escultura de bronce, «como homenaje y recuerdo» a la referida Operación.
¿Cómo la vendieron? Un sufrido éxodo de niños cubanos que se inició el 26 de diciembre de 1960 y se extendió hasta el 23 de octubre de 1962, que según ellos huían del comunismo hacia la democracia.
La iniciativa de la escultura partió del Miami-Dade College, cuyo presidente, Eduardo J. Padrón, caracterizó a los Peter Pan como el sacrificio de la familia en pos de la libertad y afirmó que muchos de ellos son hoy líderes de sus comunidades.
Un periodista de El Nuevo Herald, Juan Carlos Chávez, dijo que ese programa hace más de medio siglo hizo posible el traslado de 14 048 menores cubanos, sin sus padres, a Estados Unidos.
Chávez recordó, además, que la operación fue idea de la Iglesia Católica y de monseñor Bryan O. Walsh, «conjuntamente con el gobierno de Estados Unidos».
Agregó que muchos vivieron en campamentos temporales de Miami-Dade, en Florida City, Kendall y Matecumbe, para luego ser reubicados por otras arquidiócesis en lugares como Nebraska, Washington e Indiana.
Tal imagen fue divulgada con tono de normalidad, aun cuando una gran parte de los pequeños todavía esperaba por madres y padres que nunca llegarían procedentes de La Habana.
Pero ¿cómo empezó todo? La vasta maquinaria propagandística norteamericana fabricó y echó a rodar el rumor de que el gobierno cubano planeaba retirar la patria potestad a los padres en lo tocante a la educación y cuidado de sus hijos.
Una parte del complot estuvo en manos de Radio Swan, conocida emisora de la Casa Blanca que gradualmente dio a conocer fragmentos de una supuesta «ley de patria potestad» achacada a las autoridades cubanas.
Paralelamente, funcionarios gubernamentales trazaron una operación destinada a sacar miles de niños de la isla y trasladarlos a territorio estadounidense.
La conspiración tenía tres jefaturas, en primer lugar y decisiva, el gobierno de Washington; en segundo lugar, un sector de la jerarquía católica, y en tercer lugar, cabecillas de grupos ultraderechistas de origen cubano asentados en la Florida.
Un sacerdote estadounidense de origen irlandés, el padre (después monseñor) Bryan Walsh, actuó como principal ejecutor público de la Operación.
Una de sus misiones consistió en garantizar las visas de esos infantes y más tarde lograr su desplazamiento hasta Miami en vuelos de la Pan American, bajo el código Never-Never Land (La tierra de nunca jamás), y por eso algunos les llamaron los «Peter Pan».
Durante la famosa Crisis de Octubre (o de los misiles) de 1962, la Casa Blanca suspendió los vuelos entre los dos países, hecho que solo en su arrancada dejó a 800 niños en Miami, y con el tiempo a miles enviados a casas de adopción, orfelinatos, establecimientos penitenciarios para delincuentes juveniles, e incluso, a familias norteamericanas.
La revista de la emigración cubana, Correo de Cuba, en su edición del cuarto trimestre de 2009, publicó el testimonio de una de esas víctimas, Alex López:
«Ahora han salido a la luz acusaciones contra Monseñor Bryan Walsh, por atropellos cometidos. En su defensa la vocera de la diócesis de Miami dice que todo es una difamación.
«¿Dónde estaba esta defensora cuando bajo la dirección de Walsh, el cura Joaquín Guerrero se paseaba en la oscuridad por los dormitorios tapándonos las bocas para que no gritáramos?
«¿Dónde estaba esta señora cuando se nos violaba y nos halaban los pelos sin piedad y cuando se nos metía miedo para que no contáramos lo que estaba sucediendo?
«¿Dónde estaba, cuando, llorando, yo pedía ayuda a una monja maestra mía, la cual intervino por mí ante el hermano Maximiliano en el campamento de Opa-Locka?
«¿Dónde estaba usted, señora, cuando para silenciarnos se pusieron de acuerdo y me dijeron que tenían una beca para mí en Ohio?
«Dónde estaba usted, señora, cuando llegué al aeropuerto de Cincinnatti y la beca fue una infamia y me internaron en un orfelinato para sacarme de Miami y silenciarme?
«Quiero terminar, señora, diciéndole que si de verdad usted cree en Dios, pídale perdón.
«Por esto, mi misión es seguir contando este hecho para intentar promover la justicia y que sean castigados por sus abusos aquellos que se burlaron de los niños inocentes y nos usaron en la política sucia contra nuestro país».
Para los autores de estos y otros hechos iguales o peores es que anunciaron en Miami la develación este viernes de una escultura en homenaje a la Operación Peter Pan.
Cedo la palabra a lo dicho antes por Alex López para repetirles con él: si de verdad ustedes creen en Dios, pídanle perdón.
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Ricardo
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