Unión Europea y EE.UU. investigan a Google
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A veces una va por delante de otra, a veces donde una dice sí, la otra dice no. No es frecuente que coincidan, pero en esta ocasión la Unión Europea y Estados Unidos tienen a la vez abiertas investigaciones contra Google.
En Europa, en realidad, hay dos: por la unificación de datos de usuarios de diferentes servicios y por obstaculizar la competencia. En Estados Unidos es más por este segundo motivo: el aprovechamiento de su dominio en el mercado para favorecer a sus productos en detrimento de otros, una acusación (y condena) que recuerda a la que afrontó Microsoft en los años 90.
Las autoridades de protección de datos de la Unión Europea han hallado problemas legales en la política de privacidad de Google que modificó a primeros de año. En resumidas cuentas, juntó los datos de la gente de YouTube, Gmail o la red social G+, según la empresa, para una mejor gestión. Aunque Google argumentó que no había modificado la política de privacidad, como así era, sí que había juntado unos bancos de datos con otros. En total unificó 60 fuentes de datos.
Según las peticiones de la UE, a solicitud del regulador francés CNIL, Google debe detallar sus intenciones y métodos para combinar la recolección de datos de varios de sus servicios. También la empresa debería pedir a sus usuarios el consentimiento explícito para unir todos sus datos.
"Las compañías de Internet no deberían desarrollar avisos de privacidad que sean demasiado complejos, orientados al derecho o excesivamente largos", han expresado los reguladores en una carta que publica Reuters. "Combinar datos personales a una escala tan grande crea altos riesgos de privacidad para los usuarios".
Google respondió al regulador francés CNIL con un documento de 94 páginas, pero les parece insatisfactorio y han entregado 12 "recomendaciones prácticas" que según dicen debe aplicar la compañía para implementar su nueva política de privacidad. Las primeras cinco sugerencias piden a la firma que entregue a los usuarios más detalles sobre cómo serán usados sus datos, con especial atención a información sobre su ubicación y sus tarjetas de crédito.
Este conflicto se agrega al de las prácticas comerciales, que se encuentra en vías de solución en la Unión Europea, pero no en Estados Unidos, que lleva algo más de retraso en la investigación. Si en política de privacidad, Estados Unidos es más laxo, no así en aprovecharse de su situación de monopolio en un mercado (antes Microsoft con Windows, ahora Google con su buscador) para obstaculizar la competencia en otros. Es lo que hizo en los 90 Microsoft para que la gente solo pudiera utilizar el navegador Explorer en sus ordenadores, y lo que parece que está realizando ahora Google con las búsquedas de productos, relegando a aquellas marcas que no se anuncian en el buscador.
Mientras, según el comisario Joaquín Almunia, Google ha dado algunos pasos exigidos por la Comisión Europea para eliminar esas prácticas, en Estados Unidos se arriesgan a una sanción histórica, comparable a la de Microsoft si se demuestra que las ha estado practicando durante todos estos años. Detrás de esta quejas se ha formado Fair Search, un lobby de empresas como Expedia o Kayak, que denuncian las prácticas del buscador. Fair Search sigue reclutando miembros a la causa; los últimos Nokia y Oracle.
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