Villa Soberón: Pensar la escultura

Villa Soberón: Pensar la escultura
Fecha de publicación: 
14 Octubre 2012
0

“La escultura, se piensa y se concibe, en muchos casos, como algo estático, rígido”; ha afirmado el Premio Nacional de Artes Plásticas 2008, José Villa Soberón (Santiago de Cuba, 1950), de quien por estos días se exhibe en la isla el documental Habitantes Inmóviles, con guión y dirección de Marilú Macías.

Villa Soberón es creador de numerosas piezas tridimensionales en diferentes regiones de la isla, entre ellas la monumental Plaza de la Revolución Mariana Grajales, en Guantánamo, proyectada por este artífice hace cerca de 30 años, siendo aún muy joven. Sobre ese complejo escultórico situado en la porción más oriental de la isla, dijo: “sin dudas es la Mariana Grajales la mejor concebida de sus similares en capitales provinciales”.

Entre las piezas de Villa emplazadas en Cuba, en el documental igualmente pueden apreciarse el monumento conmemorativo por los caídos el 13 de Marzo, en el Cementerio de Colón, el enigmático Benny Moré situado en Prado de Cienfuegos; el Caballero de Paris, en los predios del Convento de San Francisco de Asís; la sorprendente figura de Ernest Hemingway en la barra del restorán El Floridita; el Julio Antonio Mella que, en pie de lucha, se encuentra en la Universidad de Ciencias Informáticas; la Madre Teresa de Calcuta en el jardín del Convento de San Francisco de Asís; el John Lennon plácidamente sentado en uno de los bancos del parque de de 17 y 6 en el Vedado, y el eminente bailarín español Antonio Gades en  la Plaza de la Catedral de La Habana, entre muchas otras.    

La solidez informativa de Habitantes Inmóviles  igualmente está sustentada en varios testimonios, entre los que se encuentran los de Abel Prieto, Miguel Barnet, Eusebio Leal, Adelaida de Juan, Francisco López Sacha, y otros críticos y especialistas en arte que ofrecieron sus valoraciones sobre la producción escultórica de Villa.

El documental, de 37 minutos de duración y producido por la  Televisión Cubana y la productora Octavio Cortázar, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, cuenta con música original a cargo de Jesús Gil, la fotografía de Alberto Inerarity y la locución de Rosalía Arnáez.

A través de él su realizadora se propuso resaltar la trascendencia de la producción escultórica de Villa, en tanto recrear algunos pasajes de su vida, dedicada al arte desde la adolescencia.

Según Hortensia Montero, curadora de una de sus más importantes  exposiciones  personales, realizada en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, titulada Mutantia, en la obra de Villa se aprecian “dos aspectos: una obsesión por mantener la relación armoniosa con la naturaleza, eminente conquistadora de sus representaciones mediante la ejecución conceptual y estética, y el misterio del esencial contraste de luces y sombras. La tenacidad propia y la laboriosidad cotidiana del artista conforman estructuras reveladoras de un paisaje visual inédito y singular, así como el inconfundible ritmo subyacente en sus obras, sustento vital de armónicas creaciones que aporta la homogeneidad y la identidad de su discurso”.

Para Villa Soberón “la escultura es una disciplina especialmente difícil y más en las obras destinadas al espacio público. Este tipo de obra, generalmente de gran formato, se realiza con materiales perdurables, casi siempre se realiza por encargo, es muy costosa, pesada de manipular y trasladar, por lo que no funcionan los mecanismos habituales del mercado del arte”.

 

 

 

 

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.