El Ministro Louis Farrakhan, máxima figura de la Nación del Islam en Estados Unidos, se declaró hoy, en esta capital, seguro admirador de la Revolución Cubana y su líder histórico Fidel Castro.

Me he enamorado de la Revolución y siento profunda admiración por Fidel Castro, que es uno de los hombres vivos más destacados de esta época, afirmó el visitante en el Salón 250 Aniversario de la Universidad de La Habana ante alumnos, profesores y periodistas.

Al impartir la conferencia magistral La importancia de la educación en las nuevas generaciones para garantizar la continuidad de la Revolución Cubana, Farrakhan criticó duramente a la educación que se imparte en las naciones del llamado primer mundo.

Está nutrida de una gran porción de veneno racista y supremacista, que corroe su base -dijo-, para luego fustigar el mercantilismo que también la afecta.

Analizó los preceptos humanistas y de justicia social que guiaron a las generaciones que iniciaron la lucha en Cuba, dirigidos a \"la sociedad de la igualdad que quieren lograr Fidel y Raúl Castro.

Luego de alabar a los jóvenes estudiantes cubanos, les alertó que los gobernantes norteamericanos los tienen en la mira de sus mezquinos intereses con vistas a utilizarlos contra su propio país.

Ustedes, los jóvenes, son el principal objetivo del imperialismo, acotó, los están buscando para susurrarle al oído que para qué tanto sacrificio y que todo lo malo que ocurre aquí es culpa de Fidel Castro.

Recordó las carencias que a Cuba le impone la hostilidad estadounidense, y particularmente el bloqueo, y dijo conocer que muchas de sus generaciones, como las actuales, han crecido con dolor y sufrimiento.

Pero recuerden que siempre, el amor por algo que vale la pena, genera sufrimiento, aseveró.

Después de analizar detalladamente el concepto de Revolución diseñado por Fidel, Farrakhan insistió en su crítica al bloqueo económico, comercial y financiero que por más de cinco décadas Washington le impone a La Habana.

Al contestar a preguntas de los estudiantes reiteró su apoyo a Cuba y a todos los que luchan contra cualquier forma de opresión, y fustigó las destructivas y sangrientas guerras desatadas por las autoridades de su país contra Iraq y Afganistán y la intervención imperialista en la llamada primavera árabe.

Presentes en la conferencia se encontraban José Ramón Balaguer Cabrera, miembro del Secretariado y jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos de la organización partidista.