USA-juicio político: La aún más reforzada defensa de Trump

Así lo dieron a entender este viernes en Washington dos periodistas de la Associated Press (AP), Eric Tucker y Zene Miller.

Según ellos, el presidente encargó atraer los servicios del muy relevante abogado Alan Dershowitz, y el objetivo fue alcanzado.

¿Dónde? En el lujoso buffet del resort Mar-a-Lago (Florida) la víspera de Navidad, cuando Trump habló con el jurista.

Abogados de su amplio equipo defensor ya tenían nexos con ese profesor retirado de Harvard.

El mismo Trump le había solicitado que se uniera a su defensa en el juicio político y durante una entrevista con la AP subrayó, quería una respuesta: ¿sí o no?.

"Me dijo, todos quieren estar en esto, pero yo lo quiero a usted”.

Dershowitz cuenta entre sus antiguos clientes al ex jugador de fútbol americano O.J. Simpson (acusado de asesinato).

A Claus von Bulow (intento de asesinato) y al boxeador Mike Tyson (violación).

En el caso de Trump se suma a un equipo que, por tercera vez en la historia, defiende a un presidente llevado a juicio político.

La responsabilidad de Dershowitz, puntualiza AP, es presentar el argumento rechazado por la mayoría de los especialistas, que un juicio político exige una conducta penal por parte del acusado.

Este último dijo el jueves, entre risas, que si tenía la nariz congestionada, “era por la montaña de libros mohosos de Historia y Derecho que había consultado”.

Un hecho disparó la atención, fue cuando Associated Press hizo constar:

“Defender a Trump ha confundido a amigos y antiguos discípulos de Dershowitz”.

Y ahora tratan de encontrarle algún sentido a sus enérgicos argumentos a favor del presidente, “de los que discrepan fervorosamente.”

Otros, en fin, evocan una entrevista de 1998 en la que Dershowitz expresa opiniones contrarias a lo que dice ahora.

Sostiene que sus posiciones actuales no son en absoluto incongruentes ni extrañas.

Aclara que, aún cuando ha defendido activamente a Trump en los últimos tres años, se trata de impedir que el juicio político se convierta en un arma destinada quitar el puesto a un acusado de abuso no penal del poder.

"Siempre he tomado posiciones principistas, frecuentemente impopulares y en defensa de gente a la que no apoyo", dijo Dershowitz.

Ejemplo, su escandalosa defensa de los neonazis que reclamaban el derecho de marchar en Skokie, Illinois.

La jueza federal jubilada Nancy Gertner, dice que “es verdad, no ha cambiado, sigue gravitando hacia los casos de gran repercusión que lo muestren como un hombre de principios”.

No obstante, ella sostiene que es imposible conciliar sus declaraciones a favor de Trump y estar junto a las libertades civiles.

Gertner fue aún más allá subrayando que algunas de sus declaraciones recientes le parecen "aterradoras".

Baste señalar su ardiente amor por bandas neonazis.

Resulta curioso observar que cuando existe una casi total seguridad republicana en el triunfo del juicio a Trump, prosiga la búsqueda de nuevos recursos defensivos.