Advierte Rusia que no condenar atentados en Siria es tolerar el terrorismo

La delegación de Rusia ante el Consejo de Seguridad de la ONU ha expresado su desconcierto por la posición de representantes de algunos de los países miembros, quienes, al tiempo que condenan el terrorismo en Irak, se han abstenido de condenar los ataques terroristas en Siria.

El pasado domingo, Rusia propuso ante el Consejo de Seguridad dos proyectos de declaraciones para condenar los ataques cometidos recientemente en Irak y Siria. Únicamente la propuesta sobre Irak fue aceptada.

«Genera perplejidad el hecho de que debido a la posición no constructiva de un número de miembros del consejo, el proyecto de declaración sobre los ataques terroristas en Alepo no se haya adoptado», reza un comunicado enviado por el servicio de prensa de la misión permanente rusa ante la ONU.

El argumento de que los ataques terroristas en Siria «no se puedan separar del contexto general de la situación de violencia en el país», significa esencialmente el abandono del principio que fue apoyado en numerosas ocasiones por los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, que estima que el terrorismo no se puede justificar en ningún caso, agrega el comunicado de la misión de Rusia.

«Esta posición de tolerar el terrorismo solo contribuye a la expansión de la espiral de violencia en Siria», se asegura en el mensaje.

Una ola de atentados sacudió Bagdad y otras ciudades de Irak el pasado nueve de septiembre en lo que fue el más severo ataque de los extremistas en los últimos años. Más de 90 personas murieron, en su mayoría miembros de los organismos de seguridad nacional. Más de 300 personas, entre ellas civiles, resultaron heridas.

El mismo día en Alepo, la segunda ciudad más grande de Siria, ocurrió una serie de ataques terroristas contra civiles e infraestructuras. En la explosión de dos coches quedó completamente destruido el edificio del hospital Al-Hayat y parte del hospital Al Mashfa al-Markazi. Otro auto explotó frente a una escuela que se encuentra a 500 metros de los hospitales. Como consecuencia de los ataques, 47 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas.