Cómo avanza Cuba en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU
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Cuba registró el 2017 una tasa de pobreza multidimensional de 0,15 por ciento de su población, lo que la sitúa en el segundo lugar mundial entre las naciones más avanzadas en sus políticas alimentarias con igualdad y a la meta vinculada al Objetivo 2 de lograr hambre y desnutrición cero en el año 2030.
Salud y bienestar es el Objetivo 3 y éste país alcanzó al cierre de 2017 la tasa de mortalidad infantil más baja de su historia y una de las más bajas del mundo, con 4,0 defunciones por cada mil nacidos vivos, entre otros indicadores de salud y atención a la tercera edad en permanente desarrollo.
Las metas del Objetivo 4 que reclama Educación con calidad, en lo esencial han sido ya cumplidas en Cuba y se trabaja intensamente para elevar la calidad del proceso docente-educativo, objetivo del Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación que actualmente se lleva a cabo.
En el último Censo del 2012, el grado promedio de la población de seis años y más ascendió a 10,1 y el analfabetismo residual a solo el 0,2 % de la población de 10 a 49 años.
La igualdad de género es el Objetivo 5, y en ello la Constitución cubana refrenda que la mujer y el hombre gozan de iguales derechos en lo económico, político, cultural, social y familiares, y la nación antillana está entre los primeros países del mundo en cuanto a la participación femenina en el Parlamento.
Cuba presenta un trabajo sostenido en alza constante en cuanto al abastecimiento de agua potable a la población, que es el Objetivo 6, alcanzándose en el 2017 un 95,6 por ciento e incrementos de ese servicio a partir de los planes de inversiones y mejoramiento de las redes hidráulicas.
Energía eléctrica y no contaminante, es el Objetivo 7. En el año 2000 el 94,5 % de la población cubana tenía acceso a la energía eléctrica y en 2015, se alcanza un 99,5 %, para un incremento de 5 puntos porcentuales, siendo el sector residencial el mayor beneficiado. El 2018 ya 17 mil 614 viviendas que no contaban con electricidad -localizadas fundamentalmente en zonas de difícil acceso- disponen de tan esencial servicio gracias a la instalación de paneles solares fotovoltaicos.
Trabajo decente y crecimiento económico es el Objetivo 8. La tasa de desocupación de Cuba hace más de 10 años se encuentra por debajo de 4,0 por ciento, por lo que se puede afirmar, según los parámetros internacionales, que en el país existe el pleno empleo. El crecimiento económico se ha estabilizado con cifras positivas pero bajas luego de la abrupta caída del Período Especial en la década de los 90 cuando la Isla perdió el 85 por ciento de sus importaciones y exportaciones, pero si no existiera el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace 60 años se estima crecería alrededor de un 10 por ciento anual.
Industria, Innovación e Infraestructura es el título del Objetivo 9. En 1961, el gobierno cubano planteó la industrialización acelerada del país a partir del desarrollo de la industria pesada, la diversificación de la agricultura y la sustitución creciente de importaciones por producciones nacionales, como objetivos de la estrategia de desarrollo general.
A partir de 1975 la inversión se orientó hacia la industria en forma constante, alcanzando de manera paulatina tasas muy significativas de crecimiento en la producción industrial global (maquinaria no eléctrica, electrotécnica y electrónica, productos metálicos, bebidas y tabaco).
La electricidad también ganó participación notoria en la escala industrial, a industria azucarera se consolidó y modernizó, y de ella se desprendió una industria de derivados que permitió la elaboración de alimento animal, papel, madera y un buen grado de autoabastecimiento energético.
La transportación de pasajeros se incrementa y el país ejecuta grandes inversiones para el desarrollo del transporte ferroviario, así como para la informatización de la sociedad, gobierno electrónico y transmisión de datos.
Reducción de las desigualdades es el Objetivo 10. La reducción de la desigualdad en Cuba según se ha analizado pasa por las garantías jurídicas, económicas y sociales y su aplicación para alcanzarlo y hacerlo sostenible.
Todos los ciudadanos son iguales, sin ninguna discriminación por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana. Todos gozan de los mismos derechos y tienen iguales deberes. El Estado cubano es un estado laico que reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa.
Ciudades y comunidades sostenibles es el Objetivo 11. La mayoría de la población cubana, un 55,2 %, reside en ciudades; otro 21,6 % lo hace en pueblos y poblados con características urbanas, hasta completar un 76,8 % de urbanización. Cuba es un país mayoritariamente urbano y todos los territorios tienen planes para su desarrollo y sostenibilidad.
El Objetivo 12 se titula Producción y Consumo Responsables, y este país cuenta con el Programa Nacional de Consumo y Producción Sostenibles (CPS) y Eficiencia en el Uso de los Recursos, desde el período 2010-2015.
Actualmente, el eje estratégico “Recursos Naturales y Medio Ambiente“ de las Bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, se propone promover e implementar modalidades de consumo y producción sostenibles, más limpia, y con eficiencia en el uso de recursos, priorizando la implementación de estos principios en el turismo, la producción y consumo de alimentos, la construcción y gestión de residuos, así como en las estrategias educativas, de comunicación social y los estilos de vida de los ciudadanos. Con ello, se expresa la voluntad política de transitar hacia modalidades de consumo y producción sostenibles.
Acción por el clima es el Objetivo 13. Cuba cuenta con un Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida) que se estructura en cinco Acciones Estratégicas y 11 Tareas Específicas. Las primeras se proyectan en dos direcciones principales: la protección de los asentamientos costeros, y la adaptación en la actividad agropecuaria.
Vida submarina es el Objetivo 14, y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de Cuba está compuesto por 211 áreas protegidas reconocidas para el período 2014 al 2020, de las cuales 77 son clasificadas de significación nacional y 134 de significación local, lo que representa el 20,2 por ciento del territorio nacional (17 por ciento de la superficie terrestre y 25 por ciento de la superficie marina).
El Objetivo 15 se titula Vida de ecosistemas terrestres. En Cuba se ha mantenido un crecimiento constante del incremento de la cubierta forestal acercándose paulatinamente a alcanzar el índice de boscosidad potencial. El patrimonio forestal alcanza un total de 4 093,58 millones de hectáreas (Mha) para un índice de boscosidad de 31,23 por ciento de la superficie del país.
Paz, justicia e instituciones sólidas en el título del Objetivo 16. En Cuba, existe una percepción de seguridad en la ciudadanía, caracterizada por un ambiente de tranquilidad, orden interno y confianza en el sistema de justicia penal y policial. Junto a ello, la inexistencia de organizaciones criminales organizadas permite la materialización efectiva de los derechos fundamentales refrendados en la Constitución.
En el país prima el Estado de Derecho. En base al principio de legalidad, las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley están obligadas a actuar conforme al Derecho. No hay espacio para la impunidad, ni leyes o reglamentos que la amparen.
Finalmente, el 17 trata sobre Alianzas para lograr los Objetivos. Cuba, por tradición y por convicción, comparte sus experiencias y buenas prácticas y las pone al servicio de otras naciones, lo que nos ha llevado a ocupar una posición líder en materia de cooperación Sur-Sur y Triangular, especialmente en los sectores de la salud, la educación, el deporte, la cultura y el manejo y gestión de riesgos ante desastres naturales.
Desde el triunfo de la Revolución hasta el 2015, más de un millón de cubanos han prestado sus servicios en más de 160 países y cerca de 30 mil colaboradores de la salud, la educación, el deporte, ciencias, construcción, entre otras especialidades, han brindado sus servicios al pueblo africano, en las regiones de África Norte y África Subsahariana.
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