Más fracasos para el fútbol cubano

Segura ya la ausencia cubana a la Copa del Mundo de fútbol de Brasil-2014, luego de tres derrotas en sucesión, es oportuno reflexionar sobre los pasos a seguir para enderezar este rumbo, perdido ya hace más de tres décadas.

Por supuesto, la primera solución está en la base, eso lo hemos reiterado hasta el cansancio, y otra vía es la apertura al fútbol internacional sin miedos, como se ha hecho indistintamente en el voleibol o el baloncesto. Eso no vamos a volver a tocarlo, mejor nos centramos en el actual proceso.

El futuro inmediato depende en primer lugar de dejar trabajar a la actual dirección, que lleva apenas un par de meses en el cargo. Evidentemente tres derrotas en tres partidos oficiales no son un aval halagüeño para Alexander González y su tropa, pero es muy temprano para esperar buenos resultados.

Además, los dos primeros fracasos fueron por la mínima (0-1), y jugando a ratos de manera bastante aceptable. El tercero y más reciente es harina de otro costal, porque el flamante DT tuvo que improvisar prácticamente una alineación por las bajas de varios efectivos que resultaban inamovibles en períodos anteriores, y no por caer en gracia, sino porque tenían la calidad necesaria a nivel doméstico.

Aquí no vamos a entrar a valorar las razones de su alejamiento, en primer lugar porque no hemos conversado con ellos, y en segundo porque sin importar lo que haya sucedido, el hecho real es su ausencia, y sin ellos debemos seguir.

Sin embargo, a la hora de avaluar el desempeño del actual colectivo técnico hay que tomar esto en cuenta: si con los experimentados nos hubiera sido bien difícil al menos empatar, sin ellos la tarea lucía imposible, y el desenlace fue una goleada.

El propio González explicó que ya no vale la pena seguir alimentando el sueño mundialista y se concentrará en definir su equipo de cara a la venidera Copa del Caribe, prevista entre noviembre y diciembre de este año.

De momento ese es el máximo nivel al que podemos aspirar, y cuidado, porque Jamaica, Trinidad y Tobago y hasta Puerto Rico, que ha crecido últimamente con el impulso de sus clubes, nos ponen las cosas bien feas.

Por eso pido paciencia para este grupo de entrenadores, esperemos al menos hasta diciembre y entonces sabremos si puede aportar algo bueno al fútbol cubano.