ARTE EN LA RED: Un brindis, si les apetece...
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No se sabe qué toman estos tres personajes, se supone que vino, a juzgar por la ceremonia y las copas. El brindis es expresión festiva de los afectos. A veces un poco superficial, de acuerdo. Y a veces más por interés que por amistad. Pero cuando se brinda por amor es como si el amor se concretara.
Abela, tantas veces juguetón, ha retratado a tres criaturas algo estrafalarias. Parecen salidas de un libro de cuentos infantiles. Es más: uno pudiera inventarles historias y caracteres. Pero aquí importa la significación del momento, que se erige en espíritu.
Una recreación decididamente realista no hubiera redondeado mejor la metáfora: el pintor evoca el sueño. O quizás la visión distorsionada de la embriaguez. Un velo parece cubrirlo todo cuando nos pasamos un poco de copas. El vino resalta y embellece. Aunque también crea monstruos.
Eduardo Abela: El brindis. Óleo sobre cartón, 37 x 43 cm. Colección: Otras perspectivas del arte moderno, del Museo Nacional de Bellas Artes.
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