El sabor de La Habana en un trago de ron: Havana Club 1519

En el hotel Packard de la Ciudad Maravilla tuvo lugar el lanzamiento del auténtico y exclusivo producto, resultado de un trabajo en equipo de 20 años, reflejo de la cultura cubana e identidad habanera y resumen de una herencia cultural que se transmite de generación en generación.

Al decir del director general de la Empresa Mixta Havana Club International S. A., Christian Barré, el nuevo espirituoso que integra la gama de productos de la marca es resultado de un trabajo investigativo extraordinario, de conjunto con el historiador de la capital cubana Eusebio Leal Spengler.

Es una gran joya recién llegada que nos recuerda los elementos arquitectónicos de la ciudad de La Habana, el encanto de sus edificios más longevos, no solo en el diseño del envase sino también en el sabor auténtico de remembranza de los 500 años, afirmó Barré.

Asimismo, dijo, es una botella que hace referencia a la feminidad en sus formas y deviene guiño a la historia de la ciudad, a la mezcla de culturas que crearon la nacionalidad cubana y al emblema de la marca Havana Club que es, precisamente, la Giraldilla de La Habana.

Según precisó el director de Ventas y Marketing para el mercado de Havana Club en Cuba, Amed Álvarez, el novedoso producto deviene puerta abierta para descubrir sensaciones extraordinarias tan genuinas y sublimes como el propio aniversario de la urbe capitalina.

Detalló Álvarez, que la producción consta de tan solo 500 botellas que hacen referencia a las cinco décadas de la Villa de san Cristóbal, de las cuales Cuba se quedará solo con 50 para la distribución y comercialización nacional, oferta que iniciará horas posteriores del lanzamiento oficial.

Su venta, con un precio minorista de mil 900 cuc, solo será en puntos de estratégicos de la Habana, fundamentalmente en licoreras especializadas y centros de alto estándar como el hotel Packard, Prado y Malecón y el Gran Manzana Kempinski, lo cual evidencia la calidad del producto aquilatado.

El maestro ronero Juan Carlos González comentó que el Havana Club 1519 está elaborado especialmente para un segmento consumidor, especializado y conocedor del ron cubano, aunque no limita la magia a otros segmentos de la población que desean acceder a disfrutarlo.

González, explicó que el producto sacó sus bases en la celebración del 480 aniversario de la capital y continuó su añejamiento en barriles durante 15 años más con un finish muy particular que le otorgó las propiedades sensoriales de la actualidad.

En ningún momento la intención fue ni competir, ni superar a ningún ron añejo precedente, simplemente hacer un producto extremadamente especial, excelente e irrepetible para conmemorar este 500 aniversario que también es único en la vida, reiteró.

En este ron está la ciudad cosmopolita, el resumen de la herencia cultural de generaciones, la combinación de decenas y decenas de bases añejas que han entrado a la marca a lo largo de muchos años, para conformar un producto con una armonía sensorial única, insistió.

La maestra ronera Salomé Alemán, destacó el sistema de añejamiento continuo, proceso icónico dentro del desarrollo y la producción del ron cubano que ha marcado el desarrollo de la cultura ronera cubana y mediante la cual ha sido posible añejar los clásicos extra- añejos de la marca.

Tiene un balance sensorial armonioso que lo hacen diferente a todos los demás rones extra-añejos producidos en Cuba, sentenció.

En tanto, el maestro ronero Asbel Morales, se refirió al reto que constituyó elaborar el espirituoso y lograr una combinación que no tuviera parecido alguno a otro, y que ayudó a comprender las características de esta ciudad y las personas.

Es un ron brillante, profundo y oscuro,bello y rico, que evidencia la presencia del habanero y las habaneras en la presentación del estuche y en el sabor. Lograr este producto fue un desafío interesante. En él está la esencia del habanero y la habanera, lo que significa la Habana: una mezcla perfecta de lo viejo con lo nuevo. En su sabor: intenso, complejo y delicado, fácil de beber y que perdura en boca está nuestra bella capital, concluyó.