Premier 12: Antes de la hora crucial con Corea, mirada a Cuba
especiales
Las ojeras rebasan los límites que cualquier nocao técnico pudiera decretar. Morfeo se ha convertido en mi peor pesadilla, pero, aun así, como de seguro les ha sucedido a millones de cubanos en estos dos primeros actos del Premier 12, hay que ver a Cuba jugar.
Quisieron los dioses posarse sobre las muñecas de un Yurisbel Gracial totalmente apagado, (no ha bateado de jit en ocho turnos y se ha tomado tres ponches), nada más y nada menos que como tercer madero, para que conectara el fly de sacrificio que le dio a Cuba el triunfo in extremis 3-2 sobre Australia en diez entradas.
Unos aussies nuevamente antojados la piedra en el zapato, como lo han venido haciendo en los últimos enfrentamientos particulares: Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Clásicos Mundiales del 2009 y el 2017.
Más de tres horas al límite de la tensión suprema, porque incluso desde la apertura del desafío, que inexplicablemente se le concedió a Vladimir Baños en lugar de Lázaro Blanco, el mejor serpentinero de nuestras escuadras nacionales en los últimos tiempos, esta no se liberó hasta que Yosvany Alarcón no pisó el home plate con la carrera de la victoria.
El partido y otras variables
Parecíamos destinados al mismo nudo o camisa de fuerza que nos puso el pitcheo canadiense, pues el abridor Joshua Guyer nos tuvo silenciados hasta el quinto episodio. Y cuando digo silenciados me refiero a que retiró a 12 hombres en línea y propinó cinco ponches antes de rayar la primera anotación.
Despaigne prendió la mecha con su primer y único inatrapable en ocho comparecencias en lo que va de certamen, y luego Samón (4 en 6 para average de 667), el único bateador digno de Cuba en la justa hasta este minuto, se encargó de fletarlo con otro cañonazo, imitado luego por Alarcón solo que este fletó con rolata por el torpedero.
La felicidad duró poco, y en la alta del sexto los de la Isla Continente igualaron la pizarra, cuando Blanco, que había realizado un soberbio relevo desde el mismo capítulo inicial cuando entró al box con bases llenas y sin outs y dio el cero, rebasaba los 70 lanzamientos y no evidenciaba la misma efectividad.
Pese a la igualada, el trabajo de Blanco fue loable: 5.1 tercio de innings, tres jits permitidos, siete ponches y un boleto, con 81 pitcheos, de ellos 48 strikes.
Y ciertamente nuestros serpentineros han sido lo mejor hasta este minuto en el Premier. Cinco anotaciones permitidas en 19 entradas, 2.37 de PCL, con 26 ponches y 13 bases por bolas, nueve de ellas otorgadas en el primer juego frente a los canadienses.
Los contrarios les batean para un bajísimo 203 con 13 indiscutibles, por lo que consideramos que dicho departamento se erige como positivo dentro del accionar, con la metamorfosis de una noche a otra del cerrador Liván Moinelo, evidenciando su calidad y sacando los estresantes últimos seis outs, sin permitir inatrapables y retirando a tres por la vía de los strikes.
No obstante, los dos Vladimir, tanto Baños como García se vieron por debajo del nivel de este certamen. En el caso del avileño, incluso muchos se cuestionaron su inclusión en la nómina definitiva. Mientras el vueltabajero se mostró ansioso, descontrolado, por debajo en el conteo y noble a la hora de buscar la zona. No es un lanzador endemoniado, pero tampoco el “panda” que se subió a la colina de los martirios.
También se vio abrumado por la inexperiencia y los nervios, el debutante Andy Rodríguez (boleto y jit tolerado en un tercio). Con todo y sus performances, 13 regalías y dos pelotazos son muchos corredores rivales puestos en circulación para dos desafíos.
En defensa, el 986 de average, con únicamente el error de Erisbel Arruebaruena en tiro a la inicial, también merece ser ponderado. Llegamos al punto medular desde hace más de una década en eventos internacionales: la ofensiva. Escasos 138 de promedio compilan nuestras huestes, por enésima ocasión en la última década evidenciando los mismos problemas:
Mezcla de ansiedad, esta en mayor proporción, con agresividad en el cajón de bateo, arroja que los dirigidos por Borroto apenas han pegado nueve hits en 65 turnos. Alarmante el hecho de que les hayan recetado 21 ponches, 16 de ellos precisamente a la columna vertebral de la tanda, entiéndase Frederich Cepeda y Arruebarruena (5); mientras Despaigne y Gracial se han ido en blanco en tres oportunidades cada uno.
Del lado opuesto, solo tres veces han llegado a la inicial por transferencias nuestros representantes. Eso responde también al hecho de que los serpentineros enfrentados poseen mayor repertorio y mucho más certera distribución de sus comandos.
Para calzar lo antes manifiesto tenemos que, nuestros peloteros le han hecho swing al 85% de los lanzamientos en zona mala, otro elemento que pone al descubierto su mala discriminación de envíos.
Pondremos un ejemplo: resulta inconcebible que cara a cara con Phillippe Aumont, serpentinero al cual han visto y se han enfrentado en la Liga Can Am y que nos hizo hincar la rodilla en Lima, solo pudiésemos batearle de jit en par de oportunidades. Ninguna de ellas con corredores en posición anotadora.
En el Arca de Noé momentánea, antes de que en la madrugada de viernes enfrentemos a los anfitriones coreanos a las 5:00 AM, hora de Cuba), salvaría madero en ristre a Yordanis Samón y Roel Santos. Del resto, inexplicable e inconcebible el no poder corregir o hacer ajustes en la mecánica de bateo, luego de consumir tres turnos ofensivos ante un mismo pitcher.
Sin ese average descollante Corea nos saca 100 puntos de average colectivo (238), lanza para 0.50 (24 estrucados), y fildea 1000.
Profundizando en el análisis hallamos que en 71 comparecencias al rectángulo ofensivo, los antillanos solo han logrado embasarse en 14 oportunidades conjugando todos los conceptos (jits, errores, boletos…). A eso adicionémosle que en 19 innings únicamente han logrado embasar al primer bateador de la entrada en tres oportunidades.
Tal panorama de seguro se complejizará más, sobre todo por el hecho de que el pitcheo Sudcoreano se antoja mucho más eficiente que el de las restantes novenas enfrentadas.
Cuba aún respira, casi con aparatos artificiales diría yo, pero el beneficio de la duda, hasta tanto no caiga el out 27 de ese duelo de vida o muerte versus los sudcoreanos, habrá que seguir dándoselo.
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