En la penúltima fecha competitiva, que acoge Budapest, Hungría, Gregorich, medallista de plata en la segunda edición de ese torneo el pasado año, cerró la participación de Cuba en esa cita del orbe subiendo otra vez al podio de premiaciones.

Por uno de los metales de bronce en su peso, el atleta de la Isla tuvo un duro combate con el ruso Vaag Margarian, en duelo que terminó igualado a cinco puntos, pero al marcar en la última acción se llevó la victoria.

Así sumó su tercer triunfo en ese certamen, en el que solo perdió en una de las semifinales ante Gurami Khetsuriani, de Georgia, en un pleito que acabó 2-2, pero su oponente salió airoso.

Este viernes, el luchador de la nación caribeña debutó en ese torneo con éxito de 7-0 contra Melis Aitbekov, de Kirguistán; mientras en los cuartos de final derrotó 5-0 al anfitrión Bertalan Papp, según refleja el sitio oficial de la Unión Mundial de Luchas.

En esa división conquistó el título Semen Novikov, de Ucrania, al superar 6-1 a Khetsuriani en la final; en tanto el otro bronce lo alcanzó Kiryl Maskevich, de Belarús, que aventajó 5-4 a Ivan Huklek, de Croacia.
Con ese desempeño concluyó el accionar de los cubanos en esa competencia, en la que los exponentes de la modalidad libre tuvieron una gran actuación con dos coronas y un bronce.

El mayor protagonismo en territorio húngaro estuvo a cargo de Reineri Andreu, de los 57 kg, y la fémina Milaymis de la Caridad Marín (72 kg), quienes se adueñaron del oro en sus respectivas divisiones.

Además, Yonger Bastida (92 kg), quedó tercero en su categoría para completar la cosecha de cuatro preseas de Cuba, con igual número de gladiadores, lo que sin dudas puede considerarse un excelente resultado.