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Fomento tiene un lugar especial en mi corazón, pues tengo familiares en el pueblo y sus entornos. Mi esposo Frank Borroto, descansa en paz en el cementerio. En una ocasión les llevé 4 o 5 cajas de libros a la Biblioteca, con el apoyo de Ómnibus Urbanos, que me regaló el responsable de la Biblioteca del Reparto Eléctrico, donde vivo, para ellos, todo documentado claramente. Son seres humanos espectaculares. Mantengo amistad con los amigos y vecinos que conocí a través de mi esposo Frank. El pueblo me encanta. Adoro la Iglesia Católica, trato de poder asistir a misa cuando voy. A pesar de las escaceses son personas nobles, decentes y muy humanos. Muchos me ayudaron con medicamentos para mí esposo Frank. Tengo que mencionar también la calidad humana de los médicos y enfermeras del Consultorio no.7, la Dra. Yumailis, Dra. Yudi, las enfermeras Marleny y la otra que atendieron a Frank hasta cerrarle los ojos. El Dr. Alexis, Dr. Mansito, Dr. Nestico. Su primo Duviel, el traumatólogo, que se comportó como un hermano a cualquier hora que yo lo llamase. El equipo de laboratoristas del Hospital General, magníficas todas y otras personas que no menciono pero gracias a las cuales pude tener a mi esposo Frank en una cama Fowler allá. Los compañeros de la Funeraria, del cementerio, todos muy humanos y profesionales. A todos los mencionados y a los que no he podido hacerlo, mi eterno agradecimiento. Fomento es un pueblo bello en sentido general