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Preocupante los preparativos para celebraciones masivas a inicios de año en Santiago de Cuba y otras provincias, será que no aprendimos nada del enfrentamiento a esta pandemia, por qué no mejor promover las celebraciones en familia? que aunque constituyen un riesgo elevado lo es menos que bailables multitudinarios, el mundo está mostrando un retroceso alarmante en sus resultados frente a la covid, que nos hace creer que podremos escapar a esta situación si no hacemos las cosas bien, entiendo que hay que reactivar la economía, pero que aportan estas festas? Ojala no nos equivoquemos y la prudencia sea prevalente a cualquier exceso