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Es como si el periodista me hubiera leido la mente. Lo mismo sufro yo todas las mañanas. Que cansada estoy de hacer colas para nada. Ya lo último que faltaba era esto: hacer colas para el pan malo y para colmo no alcanzas ni a comprarlo. La gente tiene una especie de histeria colectiva, imitan todo lo mal hecho y se escudan en el cuento de que después no hay. Y en medio de la escasez si unos pocos se siguen llevando todo nunca habrá nada. Los revendedores son una especie dañina y los acaparadores (cuentapropistas) también, lo que pasa es que estos últimos son los que pagan a los primeros para evitarse la cola, la molotera y después le venden al pueblo todo carísimo. No le veo la solución por parte de nuestras autoridades. Simplemente no la veo.