USA-vacunación niños: “Un puñetazo al estómago”

La Associated Press (AP), comentó, este miércoles, que resulta “alarmantemente baja la tasa de vacunación de niños entre 5 y 11 años en Estados Unidos”.

A dos meses de haber sido declarados elegibles, apenas el 17 por ciento había sido vacunado. 

Ejemplo de ello, en el estado de Mississippi la tasa de vacunación es de un 5 por ciento.

El doctor Robert Murphy, director ejecutivo del Institute for Global Health, en la Facultad de Medicina de la Universidad Northwestern, dijo que “las tasas bajas son muy perturbadoras, es increíble.”
 
Agregó que los  padres que titubean vacunar a sus hijos “están corriendo un riesgo enorme y alimentando la pandemia”.

La AP señaló que los ingresos de menores de 18 años en ese país se han elevado  al máximo en  recientes semanas.

La doctora en Pediatría Natasha Burgert en Overland Park, Kansas sobre las bajas tasas de vacunación y el aumento de ingresos, lamentó que “son un puñetazo al estómago sobre todo cuando hemos trabajado arduamente para mantener protegidos a esos chicos.”

Burgert añadió que las vacunas han demostrado ser inofensivas y eficaces, así como que entre los niños de 12 a 17 años, la tasa es del 54 por ciento.

La AP escribió que la dosis de vacunas para niños pequeños ha sido autorizada en al menos 12 países. 

En Canadá, los niños de 5 a 11 años solo el 2 por ciento están plenamente vacunados.

En los Estados Unidos, tratando de justificar el ritmo demorado de vacunación, alegan tormentas de nieve, tornados y otras condiciones climáticas desfavorables así como la temporada navideña.

No obstante, padres continúan inseguros sobre la necesidad de vacunar a sus hijos, algo que preocupa a muchos médicos estadounidenses.

Observadores hacen constar su sorpresa al recordar que, aún cuando se trata de un peligro sumamente advertido, persiste  sobre muchos infantes el grave riesgo de contagio y hasta de morir.

Se trata de otra espada de Damocles que flota sobre este amplio, importante  y decisivo sector social.

No en balde el desasosiego que prima a diario sobre su existencia.