Una esperanza truncada en la Cuba prerrevolucionaria: el Partido Ortodoxo

El 15 de mayo de 1947 surgía el Partido del Pueblo Cubano. A la historia pasaría como Partido Ortodoxo. Se trataba de una agrupación política que, por su proyección, aun dentro del espectro democrático-burgués, esperanzó a la nación cubana. 

Para indagar sobre el origen, evolución y declive del Partido Ortodoxo, Cuba Sí conversó con la destacada profesora universitaria Francisca López Civeira, investigadora de la etapa republicana de la historia de Cuba que recientemente ha recibido múltiples lauros. 

¿En qué contexto surgió el Partido Ortodoxo?

El proceso para la formación del Partido Ortodoxo comienza cuando el gobierno de Ramón Grau San Martín evidencia un desgaste del programa del Partido Auténtico. Grau San Martín inicia su gobierno al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando todavía había buena venta del azúcar cubano; pero esto termina y deviene en un gobierno que no cumple con su programa. No se producen las leyes complementarias a la Constitución de 1940. La corrupción empieza a hacerse muy evidente. Había nepotismo. La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) retira su apoyo.

En tales circunstancias, dentro del propio Partido Auténtico empiezan a surgir figuras que cuestionaban, entre ellos Eduardo Chibás, a pesar de haber sido uno de los más apasionados defensores de Grau. Esto se agudiza cuando se empiezan a perfilar las posibles candidaturas para las elecciones de 1948.

 
Foto tomada de Radio Rebelde. La doctora López Civeira posee varios libros y ensayos, y ha investigado en profundidad la historia de Cuba del siglo pasado.

Chibás transita de apoyar a Grau a encabezar la oposición… 

No es Chibás quien propone crear otro partido. Él inicialmente planteaba rescatar el verdadero programa. Sin embargo, en 1947 se produce la escisión y Chibás pasa a ser el líder. 

Había sido uno de los más apasionados defensores de Grau. Cuando triunfó en las elecciones, fue quien dio el calificativo de “jornada gloriosa” en un discurso conmemorativo. Fue un promotor del programa del Partido Auténtico y de la figura de Grau. En los primeros tiempos lo apoyó con mucha fuerza; pero a mitad del mandato empieza a cambiar.

¿Cómo quedaron las relaciones personales? 

El enfrentamiento político lleva también al enfrentamiento personal. Chibás utilizó muchísimo la radiodifusión para sus críticas a la mala gestión. Esto llevó también a un enfrentamiento personal.

¿Cuáles fueron los fundamentos del programa del Partido Ortodoxo?

Fue un programa bastante amplio. En su discurso, Chibás hizo énfasis en la corrupción. El lema “vergüenza contra dinero” y el símbolo de la “escoba para barrer a los ladrones del erario público” llegaron profundamente a la gente. Su propaganda contra la corruptela caló. 

El programa incluía aspectos como la situación de los sectores populares y la crisis estructural de la economía debido a que era monoproductora, monoexportadora y pluriimportadora. Fue bastante progresista para aquel momento.

¿Tenía aspectos que advertían un eventual enfrentamiento al imperialismo? 

No tan directamente. No estableció una posición antiimperialista. Pero un grupo de la Juventud Ortodoxa posteriormente sí llegó a plantear elementos antiimperialistas.

Era un partido de corte burgués… 

Un partido dentro de la democracia burguesa que planteaba determinados beneficios a los sectores populares, pero sin romper con las bases del capitalismo.

16 agosto 1951- Fallece el líder del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) Eduardo Chibás y Rivas. #Cuba #CubaViveEnSuHistoria pic.twitter.com/AtaMDWvR53

— Partido Comunista de Cuba (@PartidoPCC) August 16, 2022

Después del fallecimiento de Chibás se dio un declive en su partido… 

En un principio, Chibás tuvo contradicciones con otros dirigentes del Partido. Planteaba ir a las elecciones sin hacer pactos con otros partidos que no estuvieran dentro de su propia línea programática, mientras otros apoyaban pactos que garantizaran la elección. Chibás prácticamente quedó solo en su línea antipactista; realmente fue un partido sin absoluta unidad ideológica, programática y estratégica. 

Aun así, Chibás fue, sin dudas, la gran figura. La movilización tras su muerte evidencia que era una figura carismática. Pero su deceso dejó un gran vacío. No había dentro de la Ortodoxia otra figura que pudiera sustituir su liderazgo. Quedó, sin embargo, ese capital simbólico aportado por Chibás. Para las elecciones de 1952 se promueve como candidato presidencial a Roberto Agramonte, profesor de la Universidad de La Habana y antigua propuesta para vicepresidente de Chibás. 

¿Cuál fue la posición del Partido Ortodoxo ante el golpe militar de 1952?

No hubo una estrategia de resistencia real. Prevaleció una división muy fuerte en las filas. Se habla de pactistas, electoralistas y algunos insurreccionalistas. Existe un trabajo del entonces joven abogado Fidel Castro cuestionando la posición del Partido, desde su posición de miembro.

La incapacidad del Partido para presentar una proyección real frente al golpe de Estado lo debilitó. Algunos de los jóvenes van a vincularse a proyectos insurreccionales, como fue caso de los moncadistas del 26 de julio.

¿Cómo se mostró el Partido respecto a la guerra de 1956 al 1959?

El Partido propiamente no se pronuncia. Algunas figuras se vinculan, como Raúl Chibás, hermano de Eduardo, y Felipe Pazos, ex presidente del Banco Nacional, quienes fueron a la Sierra Maestra y firmaron con Fidel un entendimiento. 

Tras el triunfo de la Revolución, algunos miembros como Roberto Agramonte fueron llamados a integrar el primer gabinete, un gabinete conservador, heterogéneo, transicional.

¿Cuál es el legado positivo de la Ortodoxia?

Como cualquier proceso histórico, hay que estudiarlo. Hay que entender que a partir del gran movimiento cívico que originó, surgió un grupo de jóvenes que fueron movilizándose hacia un pensamiento mucho más revolucionario.