Todo contra Petro: Colombia, fraude que viene

La derecha que desgobierna en Colombia ha intensificado sus desaforados ataques contra Gustavo Petro, porque el candidato presidencial de la izquierda no se ha pronunciado contra Rusia por su operación militar especial en Ucrania.

Es solo un punto más en la larga lista de acciones coordinadas para asegurar el continuismo reaccionario en la gobernanza de una nación entregada con pies y manos atadas al carro del imperialismo, a los barones del narcotráfico, a latifundistas y a todo lo que hiede de la oligarquía nacional.

Pero como han dicho tantas mentiras sin comprobación contra Petro, lo cierto es que ello ha producido el efecto contrario, y eso quedó demostrado en las recientes elecciones legislativas, en las que, a pesar de las trampas, su coalición, Pacto Histórico, obtuvo la mayor cantidad de escaños tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, aunque la mayoría sigue siendo derechista, por lo que si logra ganar la presidencia, tendrá que buscar alianzas en el legislativo.

Muchos piensan con razón que a Petro no le dejarán ganar la presidencia, y en ese sentido, ya hay pruebas, como se pudo constatar en estas legislativas, en las que las autoridades correspondientes no han respondido por qué en la cuarta parte de las mesas electorales, más de 25 000, no se contó ni un voto a favor de la coalición de izquierda, algo realmente escandaloso.

A ello se añade que muchos de los colombianos en el exterior no pudieron votar por continuadas e intencionales trabas en las embajadas, a un millón de personas no se les entregaron los documentos para que ejercieran el sufragio y se comprobó la existencia de por lo menos dos millones de fallecidos en los registros electorales, independientemente de que observadores internacionales también constataron otras irregularidades en varios departamentos y ciudades como Bogotá, la capital, y Medellín. 

En muchas zonas de conflicto, en las que el Ejército de Liberación Nacional había declarado una tregua, grupos paramilitares y elementos adscritos al ejército impidieron la instalación o apertura de las mesas, mientras intensificaban sus masacres y los asesinatos selectivos de líderes y activistas sociales.

Mal ambiente

Y en ese ambiente se deben realizar a fines de mayo las elecciones presidenciales, para lo cual el Pacto Histórico ha demandado garantías de seguridad, la no repetición de los entuertos realizados en las legislativas, y que se respete el conteo de los votos.

Al efecto, cabe destacar la decisión de la coalición burlonamente llamada Centro para la Esperanza, otro instrumento de la derecha, que decidió que su candidato, el uribista Oscar Iván Zuluaga, debido a sus malos resultados, se aliara y apoyara al también reaccionario Equipo por Colombia con su aspirante Federico “Fico” Gutiérrez.

Este mal resultado del Centro Democrático corresponde a los votos de castigo por la labor del gobierno de Iván Duque, quien, constatan agencias occidentales, ostenta gran impopularidad. 

Cabe resaltar que el uribismo reaccionó rápidamente a los resultados y, aprovechando los votos de Federico Gutiérrez, lanzó sus cartas a esa candidatura para no dividir los votos, bajando de la contienda a Zuluaga, quien desde hace varios meses venía rezagado en las encuestas. 

Y aunque faltan algunas semanas para los comicios, y pese a todas las trampas avaladas por el oficialismo, se acrecienta el temor a que Gustavo Petro resulte electo. 

A pesar de la propaganda en contra, sigue llenando las tribunas en una nación en que, con todas sus riquezas, con gran calidad en su café, esmeraldas y flores, el 80% de la población es pobre.

Los únicos ricos son los que se benefician con los miles de millones de dólares que perciben del narcotráfico, las prebendas de empresas extranjeras y la explotación a los trabajadores, incluidos aquellos que laboran en los campos de los cultivos que se transforman en drogas, porque el hambre obliga.