¿Se cae a pedazos Donald Trump?

The New York Times opinó este viernes que Trump  continúa siendo el hombre más poderoso del mundo, pero no evita dejar su cargo como un perdedor.

A cuatro semanas del final de su mandato está más desatado que nunca y como demuestran los acontecimientos, se comporta cada vez  más impredecible.

De no revertir el saldo de las elecciones fabrica el argumento del robo de un segundo mandato. 

Es conocido que este miércoles vetó un proyecto de ley de defensa respaldado por la mayoría de su partido.

Desde el aislamiento en la Casa Blanca como anfitrión de un grupo de conspiradores que todavía desafían el resultado electoral, incluso llegan a demandar la ley marcial, como intento para ocupar cargos en el gobierno.

El Times opina que Trump está casi totalmente desvinculado de liderar la nación, “incluso cuando los estadounidenses están siendo abatidos por el coronavirus a tasas récord”. 

Añade que no jugó ningún papel en la negociación del proyecto de ley de estímulo que aprobó el Congreso antes de trabajar para interrumpirlo en el último minuto.

Considera ese comportamiento como una rabieta, la búsqueda de atención o una forma de terapia para quien controla un arsenal nuclear.

El Times continúa escribiendo que en Washington los próximos  días estarán llenos de ansiedad.

Puntualiza que esta información fue basada en varias entrevistas con altos funcionarios del gobierno,  actuales y anteriores, republicanos y aliados del presidente.

La mayoría de sus asesores cree es difícil discernir hasta dónde llegará para subvertir los resultados electorales, dejar la Casa Blanca o desatar una ola de decisiones unilaterales en sus últimas semanas.

Existe preocupación ante su comportamiento errático y el desapego a sus deberes, incluso a leales ayudantes y consejeros.

Además sus ex asesores consideran que lo más preocupante es la desaparición gradual de quienes del Ala Oeste a menudo lo aconsejaban alejarse de ideas dudosas y peligrosas.

Uno de ellos, John Bolton dijo que “el número de personas que le dicen cosas que no quiere oír ha disminuido”.