Milei y sus sucios socios

Eufórico está Javier Milei, porque su programa anti-obrero que tuvo que recortar fue aprobado por los diputados argentinos, no importa las masivas protestas de todos los matices en Argentina, incluidos muchos de lo que, por rechazo al anterior gobierno, votaron a su favor para hacerlo presidente.

Combatido en lo que concierne a la política interna, muy poco lo es cuando canta alabanzas a la política reaccionaria de Estados Unidos y expresa su apoyo al genocidio de Israel en la Franja de Gaza.

Sin dudas, es muestra de un impudor que llega hasta el desparpajo de apoyar sin tapujos y hasta alabar y calificar como héroes a los empresarios que eluden al Estado y envían su dinero fuera del país, acomodándolos en los llamados paraísos fiscales, con el fin de no pagar impuestos.

Como osan hacer casi a diario, los entes tarifados de las finanzas neoliberales de Argentina, no se cansan de repetir que la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario que eliminarían fácilmente cortando la emisión del Banco Central. Pero, entonces, ¿qué es lo sucede en el país, ya que la inflación sigue en niveles altísimos pese a que el gobierno “ha frenado” la emisión monetaria?

En Página 12 se preguntan por qué el ministro de Economía Luis Caputo les pide a los empresarios que bajen los precios, si los mismos se regulan solos. E inquiere: ¿Tiene miedo el gobierno que las negociaciones salariales paritarias altas incrementen la inflación y por El propio Fondo Monetario Internacional, que, gracias al gobierno de Mauricio Macri tiene atada a la nación- aunque tiene buenas migas con el libertario- presentó el 16 de abril el Informe Perspectivas Económicas Globales (WEO) y pronosticó para este 2024 que la economía y la desocupación crecerá hasta el 8%. Además, la inflación que prevé el organismo internacional será de 150% de punta a punta.

Por su parte, el grupo bancario JP Morgan pronostica para Argentina una recesión de 3,6% del PBI y una inflación de 200% para el 2024. Ambos pronostican también un crecimiento económico para el 2025 de alrededor del 5%. El punto central para los trabajadores, es que el crecimiento sin distribución progresiva del ingreso termina en mayor concentración de riqueza en pocas manos; en síntesis, más pobreza y mayor desigualdad social.

Infobae, Microsoft News y otros medios occidentales de derecha destacan que “las autoridades (de Argentina) han podido registrar un superávit fiscal por primera vez en más de una década”, pero olvidan aclarar que el “superávit fiscal” lo está pagando principalmente el recorte a las jubilaciones y un tremendo proceso de endeudamiento, por lo que no es sostenible ni siquiera a mediano plazo.

Y, como indicamos antes, Javier Milei ya marcó su alineación con Israel en medio de una escalada sangrienta del régimen sionista que alcanza a varias naciones en el Medio Oriente. Pero, el recuento de algunos sucesos de las últimas semanas corona una línea de acción de subordinación bien marcada: la generala y jefa del Comando Sur de Estados Unidos Laura Richardson visitando la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; la visita de jefe de la CIA William Burns; el viaje de la ministra de Seguridad argentina Patricia Bullrich a las instalaciones del FBI; la firma del contrato para adquirir de Dinamarca 24 aviones cazas F-16 estadounidenses usados; la transmisión del himno estadounidense por la cadena nacional; un “comité de crisis” creado por el ataque de respuesta de Irán a Israel; y las palabras del embajador de Israel a la sociedad argentina a través de una conferencia de prensa.

CONTRASENTIDO

En este marco, Milei solicitó el ingreso de Argentina a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Lo comunicó el ministro de Defensa, Luis Petri, quién presentó una carta de pedido de incorporación como “socio global” y se reunió en el cuartel general de esa organización en Bruselas, Bélgica, con su secretario general Adjunto, Mircea Joana.

“Seguiremos trabajando en recuperar vínculos que permitan modernizar y capacitar a nuestras fuerzas al estándar de la OTAN”, sostuvo Petri tras la reunión. Además, según comunicó el gobierno argentino, buscan “reforzar el vínculo con la OTAN para el desarrollo de operaciones de paz”, “robustecer el control del ámbito marítimo y mejorar capacidades cibernéticas”.

En un análisis, el ministro de Defensa en varios gobiernos peronistas y jefe de Gabinete en el 2023, Agustín Rossi, subrayó que “ser socio global de la OTAN implica un contrasentido con respecto a la soberanía que reclamamos en Malvinas, porque significaría asociarnos con quien detenta y ha intrusado un pedazo de nuestro territorio. Es decir que, implícitamente, significaría una claudicación sobre nuestro reclamo soberano sobre Malvinas”.

Agregó que “es asumir todos los conflictos bélicos en los cuales pudiese participar la OTAN como propios, no teniendo la posibilidad de decidir sobre los mismos, sino simplemente acatando las decisiones que se tomen en el marco” de esa organización transatlántica, finalizando:

“Me parece importante que todo esto se hace en el marco de una política de alineamiento automático del presidente Milei con Estados Unidos. Y esa política de alineamiento automático significa asumir como propia la política exterior de los Estados Unidos sin importar o sin tener en cuenta si esa política exterior de los Estados Unidos le favorece o no al pueblo argentino”.

Con otros matices y en la misma línea que lo hace seguir fielmente a Estados Unidos, se encuentra su decisión de retirar al embajador argentino en La Habana y respaldar la política d bloqueo del Imperio contra la Isla, al impedir que se suministre combustible a la aerolínea Cubana de Aviación, que tuvo que cancelar sus vuelos a la nación suramericana.