Milei quiere hacer bis

Argentina no es un país bloqueado, ni está en lista alguna de naciones patrocinadoras del terrorismo. Al contrario, goza de la aquiescencia y respaldo de un imperialismo que le abre las puertas al dinero del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, no importa que se endeude de por vida y tenga que pagar con la entrega de la soberanía nacional, algo que nadie puede dudar del actual mandatario, Javier Milei.

Argentina es uno de los países más productores de alimentos en el mundo. Produce 10 veces más comida de la que necesita y aun así tiene hambre.

El tercer productor mundial de miel, soja, ajo y limones; el cuarto de pera, maíz y carne; el quinto de manzanas; el séptimo de trigo y aceites; el octavo de maní. Sí, Argentina produce muchos alimentos. Y, sin embargo, millones de argentinos sufren hambre.

En un dato oficial que muchos argentinos saben de memoria, Argentina produce alimentos para abastecer a casi 440 millones de personas. Y su población, según varios estudios, apenas pasa los 44 millones.

Con Javier Milei se han roto todos los récords relativos a la pobreza, pero el susodicho ya ha hecho alarde que ha logrado rebajar la inflación y precios de diversos productos, así que la pobreza, que asolaba a un 52,9% de los argentinos es ahora de “solo” 38,4%.

Es difícil saber cuántos de los 15 millones de pobres que se calculan en Argentina sufren hambre; las dos variables no van necesariamente de la mano. Algunos estudios elevan la cifra hasta los siete millones de personas.

Las ollas populares son todo un símbolo en Argentina. Muchos, sobre todo en el interior, dependen de ellas. Pero los expertos dicen que eso no es suficiente ni soluciona el problema de fondo, y más cuando el actual gobierno nada subvenciona y cierra los comedores populares.

Pero de nuevo: no hay país en este continente que se jacte de ser, o haber sido, "el granero del mundo", como Argentina.

¿Qué es, entonces, lo que pasa? ¿Para dónde va toda esa comida? ¿Por qué no llega al sector más vulnerable?

El hambre en Argentina, coincidieron varios expertos en conversación con BBC Mundo, no se debe a escasez de alimentos, sino a falta de ingresos, distribución desigual de la riqueza o ausencia de generosidad.

Aunque hay países más desiguales que Argentina, la economía de este país es una de las más frágiles de la región, azotada por años de políticas de Estado ambivalentes que han resultado en traumáticas etapas de inflación, devaluación y recesión.

Hoy gran parte de la producción, sobre todo de granos, se exporta, pero hay rubros como la carne, el vino y el trigo que en su mayoría se quedan y abastecen el mercado local.

Miley les echa la culpa a los gobiernos de Alberto Fernández y de Cristina Fernández y  no menciona para nada a Mauricio Macri, quien endeudó de por vida a su país y de quien sigue sus pasos en ese sinsentido, santificados en ambos casos por Donald Trump en sus diferentes mandatos.

Y mientras Milei y sus adláteres -siguiendo la doctrina libertaria- repiten que el camino de la recuperación pasa por la conversión de las empresas públicas en privadas, así como que el camino de la libertad económica y la responsabilidad fiscal es el único para eliminar la pobreza, Jorge Tapiales, quien subsiste buscando basura en los suburbios de Buenos Aires señaló a un periodista de Página 12 que  “hay un hambre bárbaro, cada vez hay más gente rebuscando acá en los volquetes, juntando (comida)".

¿REPETICIÓN?

Javier Milei quiere reelegirse en el 2027 y ya tendría a su sucesor para el 2031.
Según publicó el sitio Cenital, Milei les comunicó a sus íntimos que luego de ir por la reelección en el 2027, planea que su sucesor en el 2031 sea nada más ni nada menos que Agustín Laje, el detractor del feminismo.

Agotado de las internas entre el sector de Victoria Villarruel y de Karina Milei, el presidente estaría estudiando posibles candidatos para su sucesión. 

Uno de los nombres con los que sueña Milei es el del escritor, que es uno de sus mentores intelectuales, y que lo paseó por el mundo unos años antes de que fuera electo diputado nacional en el 2021.

Agustín Laje es un influencer, escritor y analista de extrema derecha. Se opone fervientemente al movimiento LGBT, sostiene que la homosexualidad es una enfermedad y reivindica los actos de la última dictadura militar.

Entre sus libros publicados, se destacan El libro negro de la nueva izquierda (2016), La Batalla Cultural (2022) y Generación Idiota: una crítica al adolescentrismo (2023).

Milei intentará darle relevancia a Laje colocándolo como compañero de fórmula en las elecciones del 2027. En el entorno presidencial valoran mucho la inteligencia del escritor, pero consideran que tiene bajo nivel de conocimiento por fuera de los adolescentes hombres.