Las niñas y mujeres en el mundo de hoy: un panorama sombrío
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Foto: Internet
Las noticias sobre la situación de las niñas y mujeres en todo el mundo, describieron en 2023 un panorama sombrío y –tras cientos de años de lucha por sus derechos –no parece vislumbrarse para 2024 una situación diferente.
Según la edición anual del informe de ONU Mujeres y del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (ONU-DAES) titulado “El progreso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Panorama de género 2023”, se estima que en el planeta viven más de 600 millones de niñas y adolescentes quienes, con los recursos y oportunidades adecuados, podrían convertirse en mujeres líderes, innovadoras, emprendedoras y artífices de un cambio real y efectivo, sin precedentes.
Pero ese anhelo encuentra grandes obstáculos ante fenómenos persistentes relacionados a la violencia de género, la falta de acceso a la educación y las tecnologías, así como la desventaja para el trabajo y su remuneración.
En la publicación anual, que analizó la igualdad de género en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las tendencias predominantes, se incluyó por primera vez datos desglosados por sexo sobre las intersecciones entre género y cambio climático y se advierte que si continúan las tendencias actuales, más de 340 millones de mujeres y niñas, un ocho por ciento de la población femenina mundial, vivirán en la pobreza extrema en 2030 y una de cada cuatro experimentará inseguridad alimentaria moderada o grave.
Pero acerquémonos a otros datos ofrecidos por el citado informe.
Más que cifras, realidades
-Casi la quinta parte de las menores no termina el primer ciclo de la enseñanza secundaria y cuatro de cada 10 no llegan al segundo ciclo.
-El 90 por ciento de las adolescentes y mujeres jóvenes no utilizan internet en los países de renta baja, mientras que sus compañeros varones tienen el doble de probabilidades de conectarse.
-Las niñas de entre cinco y 14 años dedican 160 millones de horas diarias más al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que los niños de la misma edad.
-Las adolescentes siguen representando tres de cada cuatro nuevas infecciones por VIH en ese grupo etario.
-La violencia de género afecta severamente a una de cada cuatro adolescentes casadas o en pareja de entre 15 y 19 años, quienes sufren abuso físico o sexual por parte de su pareja al menos una vez en su vida.
-Antes de la Covid-19: 100 millones de niñas corrían el riesgo de contraer matrimonio infantil en el próximo decenio, ahora el futuro se torna peor.
-Se prevé que, en el transcurso de los próximos 10 años, hasta 10 millones de niñas más podrían casarse sin haber alcanzado la mayoría de edad.
-La violencia infligida por la pareja es la forma más común con unos 641 millones de mujeres afectadas en todo el mundo; es decir, una de cada cuatro mujeres de entre 15 y 24 años es violentada.
-Se estima que la inseguridad alimentaria afecte a 236 millones más de mujeres y niñas (frente a 131 millones más de hombres y niños) debido al cambio climático.
-El número de mujeres y niñas en contextos de conflicto ha aumentado de forma considerable, con consecuencias catastróficas. En 2022, alcanzó los 614 millones, un 50% más que en 2017.
-Se calcula que 110 millones de niñas y mujeres jóvenes estarán sin escolarizar en 2030.
-Solo 27 países cuentan con sistemas integrales de seguimiento y asignación presupuestaria para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
-La próxima generación de mujeres seguirá dedicando una media de 2,3 horas diarias más que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.
-Por cada dólar que ganan los hombres a nivel mundial en concepto de ingreso por trabajo, las mujeres ganan tan solo 51 céntimos.
-Solamente el 61,4 por ciento de las mujeres en edad de trabajar forman parte de la fuerza de trabajo, frente al 90 por ciento de los hombres en edad de trabajar.
Brechas y desafíos que reclaman acciones urgentes
Además de la brecha laboral y salarial, una de las que sigue siendo persistentemente elevada, Reem Alsalem, relatora especial de la ONU, ha dicho que “las mujeres y las niñas siguen siendo asesinadas por razón de su sexo y género, son las más vulnerables al feminicidio y eso se cruza con otros motivos o identidades».
Señala, además, que los retrocesos coinciden con las múltiples crisis provocadas por guerras, el cambio climático, la pobreza y el azote de la pandemia de la Covid-19. Otro elemento que confirma que justo en la mitad del camino trazado para la Agenda 2030, el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 5 está en riesgo es que casi la mitad de las mujeres casadas carecen de poder de decisión sobre su salud y sus derechos sexuales y reproductivos.
Es también una meta la eliminación de prácticas nocivas como los matrimonios precoces o forzados y la mutilación genital femenina, pues cerca de 736 millones de personas son víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja o de una persona no vinculada, una cifra prácticamente invariable en la última década, de acuerdo con la OMS.
«En algunos países, hemos sido testigos de preocupantes regresiones en su capacidad para acceder a la educación, moverse libremente y acceder a la salud sexual y reproductiva”, ha explicado Alsalem, quien reconoce que la igualdad de género no puede lograrse sin garantizar el disfrute de sus derechos humanos fundamentales y participar en la sociedad en igualdad de condiciones y sin discriminación.
El contexto es, por demás, muy adverso si se tiene en cuenta que en 50 países tienen leyes de nacionalidad con disposiciones discriminatorias por razón de género y en 24 de ellas se niega a las mujeres el derecho a conferir la nacionalidad a sus hijos en igualdad de condiciones con los hombres. Este es – según la Relatora de ONU Mujeres - una de las principales causas de la apatridia y por tanto, una forma de violencia contra la mujer y de grave discriminación.
Por eso una parte importante del informe de referencia se dedica a las mujeres de edad avanzada, quienes se enfrentan a mayores índices de pobreza y violencia.
Las urgencias que se imponen
“En el punto intermedio en el que nos encontramos, absolutamente crucial para los ODS, el informe del anterior año representa una rotunda llamada a la acción. Debemos actuar ya de manera colectiva y decidida para corregir el rumbo hacia un mundo en el que todas las mujeres y niñas tengan los mismos derechos, oportunidades y representación. Para lograrlo, necesitamos un compromiso inquebrantable, soluciones innovadoras y la colaboración de todos los sectores y partes interesadas”, asegura por su parte, Sarah Hendriks, Directora Ejecutiva Adjunta interina de ONU Mujeres.
Estamos a mitad del camino hacia el cumplimiento de los ansiados ODS y en el caso de la igualdad de género los resultados son, definitivamente, muy desalentadores, pues solo dos de los indicadores se encuentran próximos a alcanzarse y ninguno ha llegado al nivel de “meta alcanzada o casi alcanzada”.
El “Panorama de género 2023” refleja la urgencia de mecanismos de colaboración, intercambio, voluntades políticas y acciones concretas para empoderar a las mujeres y las niñas en todo el mundo.
“La igualdad de género no es tan solo un objetivo dentro de la Agenda 2030. Es el fundamento mismo de una sociedad justa y un objetivo en el que deben apoyarse todos los demás. Si somos capaces de derribar los obstáculos que han dificultado la plena participación de las mujeres y las niñas en todos los aspectos de la sociedad, liberaremos el potencial inexplotado que puede impulsar el progreso y la prosperidad para todas las personas”, señala al respecto Maria-Francesca Spatolisano, Subsecretaria General de Coordinación de Políticas y Asuntos Interinstitucionales del ONU-DAES.
Se trata no solo entonces de defender el espíritu y el significado real de la igualdad, la participación; sino hacer justicia, reconocer su imprescindible papel para las economías y el desarrollo, para la vida. Toda atención y recursos en pos de nuestras niñas y adolescentes, sería también una inversión por sus derechos, por el aprovechamiento y despliegue de sus potencialidades, por el futuro.
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