Golpe en Guinea: Sigue a las asonadas en Mali y Chad
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Al igual que hace un año en la vecina Mali y este año en Chad, militares de las fuerzas especiales de Guinea detuvieron al presidente Alpha Condé, tomaron el control de Conakry, la capital, y anunciaron que la toma del poder fue para poner fin al “derroche financiero, la pobreza y la corrupción endémica” en que está envuelta toda la nación, así como lograr "la instrumentalización de la justicia” y los derechos de los ciudadanos.
Hasta ahora no ha habido conato alguno de rebelión contra el golpe, ni muertos ni heridos a pesar de los numerosos disparos, en tanto en algunos barrios de la capital elementos de la oposición expresaron su contento por la caída de Conté.
Precisamente el jefe de la asonada es Mamady Dumbuya, a quien Condé colocó al frente de las Fuerzas Especiales, aprovechando su vasta experiencia militar, al tiempo que alguna prensa occidental lo elogiaba femenilmente por su gran estatura y porte, presentándolo como un adalid.
Tal físico es acompañado por una extensa hoja de servicio que comprende la Legión Extranjera (controlada por Francia), Afganistán (al servicio de Estados Unidos) y entrenamiento riguroso por especialistas militares israelíes.
Hasta ahora se han producido protestas de Naciones Unidas, otros entes regionales y la comunidad internacional en general, mientras EE.UU. advirtió que podría suspender la ayuda económica.
Tras ello, los soldados sublevados se reunieron con los ministros y a los presidentes de los órganos estatales en el Palacio del Pueblo, la sede del Parlamento.
Con anterioridad, Dumbuya, envuelto en la bandera guineana, había prometido ante la televisión nacional "lanzar una consulta nacional para abrir una transición inclusiva y pacífica".
Los golpistas difundieron un video del presidente Condé, de 83 años, bajo arresto. Le preguntan si ha sido maltratado y Condé, vestido con jeans y camisa, sentado en un sofá, se negó a responder. Por la noche anunciaron por televisión la instauración de un toque de queda a partir de las 8 p.m. en todo el país "hasta nuevo aviso" y la sustitución de los gobernadores y prefectos regionales por militares.
CONDÉ
El presidente de Guinea-Conakri, Alpha Condé, llegó al poder en el 2010, tras casi dos décadas de lucha por el sillón presidencial y el establecimiento de la democracia en su país.
La percepción de Condé en los inicios de su carrera política es la "de un demócrata que ha dedicado 40 años de su vida a combatir por la libertad, la democracia, el Estado de derecho.
Musulmán, casado y padre de un hijo, Condé insistió en mantenerse en el poder, aunque el 21 de diciembre de 2020 se agotaba su segundo y último mandato autorizado por la Constitución. Para lograrlo, el 22 de marzo de 2020, tras meses de incertidumbre, el mandatario convocó un referéndum que le permitió cambiar la Constitución y volver a presentarse a las elecciones al considerar que sus años anteriores en el poder no se debían tener en cuenta y que se tenía que reiniciar el conteo.
Este golpe de Estado tiene lugar tras meses de grave crisis económica y política en este país de África del oeste, de 12 millones de habitantes, con cas la mitad de la población analfabeta. Durante décadas, esta nación pobre, pese a sus recursos minerales e hidrológicos, ha sido dirigida desde su independencia en 1958 por regímenes autoritarios o dictatoriales. Se trata de un nuevo golpe de Estado en África subsahariana en un año, tras Mali en el 2020 y Chad e este año.
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