Estados Unidos: ¿Qué pasará en sus elecciones de noviembre?
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Nadie lo anticipa, pero sí es posible referir hechos que podrían transcurrir hasta esa ocasión.
En primer lugar, uno de los candidatos presidenciales, Donald Trump, maneja poderosos recursos desde su cargo y tiene el respaldo de un importante sector de Wall Street.
Estos incluyen desde una gigantesca maquinaria de publicidad y otras acciones que le beneficien.
En aquel país la victoria de un presidente no está en manos de su pueblo, si no de un titulado Colegio Electoral que integran burócratas.
Lo arman con quienes ganaron una mayoría de votos que, a su vez, les otorgan todos los sufragios que permite ese Colegio.
Pocos habitantes de Estados Unidos aceptan entender cómo funciona su sistema electoral.
Lo único claro es que se trata de una enorme operación financiera en que se invierten cientos y hasta miles de millones de dólares.
Respecto al actual proceso se estima no es posible ignorar que acontece en medio de una crisis sanitaria histórica, la pandemia de la Covid-19 que agrava las restantes.
Datos confirmados hasta el momento reportan 3 millones 364 mil 547 casos confirmados y 135 mil 615 fallecidos ayudan a comprender la magnitud de esa tragedia.
Observadores apuntan que tradicionalmente catástrofes como esa han sido atribuidas a quienes gobiernan.
Encuestas de opinión pública exhiben un saldo que favorece al candidato demócrata Joe Biden.
No se trata de un hecho definitivo pero ambas partes lo toman en cuenta.
Algunos llegan a estimar que en tal resultado lo fundamental no es la simpatía a Biden sino el voto anti-Trump.
A esto se suma que cuando la pandemia era solo una amenaza Trump ironizó el hecho y no tomó medidas para combatirla.
Biden, advierten expertos, es un hombre del llamado “establischment” estadounidense ajeno a la izquierda del Partido Demócrata pero favorecido por una figura torpe y extremista como Trump.
No en balde la ultraderecha de origen cubano radicada en la Florida lo tiene como su presidente.
En la reciente gira de Trump por ese estado, con una clara intención electoral, trató de sacar dividendos al voto cubano y hasta cierto punto al venezolano.
Allí, en medio de la grave catástrofe que la Covid-19 riega por Estados Unidos, los pronunciamientos del mandatario se concentraron fundamentalmente en atacar a La Habana y Caracas.
A tres meses de las elecciones y basado en la experiencia histórica resulta suficiente para que Donald Trump impulse maquinaciones para tratar de revertir su rumbo actual y ello no es posible olvidarlo.
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