Benjamín Weyler o Valeriano Netanyahu

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Benjamín Weyler o Valeriano Netanyahu
Fecha de publicación: 
24 Junio 2025
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Este “hombre de buen corazón” avaló y apoyó el inicio de la más reciente agresión Israelí a Irán, que aún continúa, bajo el falso pretexto de que Teherán había fabricado el arma atómica, algo que ya utilizó Estados Unidos para invadir a Iraq. En la foto Donald Trump y Benjamín Netanyahu, en la Casa Blanca, en 2019Susan Walsh (AP)

Una combinación de nombres y apellidos de dos de los más connotados criminales de los últimos tiempos, sin olvidar los “méritos” al respecto de Adolfo Hitler y  los connotados deseos de figurar en esa lista del actual presidente norteamericano, Donald Trump, a quien un confeso admirador suyo, el buen republicano y periodista Tucker Carlson, calificó impropia y festinadamente de “hombre de buen corazón”.

Este “hombre de buen corazón” avaló y apoyó el inicio de la más reciente agresión Israelí a Irán, que aún continúa, bajo el falso pretexto de que Teherán había fabricado el arma atómica, algo que ya utilizó Estados Unidos para invadir a Iraq, continuado ahora con el bombardeo y destrucción de tres centrales nucleares, violando todo lo conocido y aprobado por las leyes internacionales y llevando al mundo al peligro de una posible guerra destructora de la humanidad.

Su canciller, Marco Rubio, casi les besa los pies a su Amo, afirmando cínicamente que el mundo es ahora más seguro, en tanto Donald trató de hacer creer que Irán accederá ahora a ser manipulado por Occidente, cuando los dirigentes persas han mantenido su ofensiva contra Israel, comenzado sus ataques contra las bases norteamericanas en la región y se preparan a cerrar la llave económica del Estrecho de Ormuz.

DÉBIL E IMPRUDENTE

Pero de todos los argumentos merecidos contra la peligrosa balandronada trumpista, descuella el  ofrecido por el senador demócrata por el estado de Connecticut, Chris Murphy, quien calificó de ilegal la decisión de atacar tres instalaciones nucleares iraníes.

"Donald Trump, un presidente débil y peligrosamente imprudente, ha puesto a Estados Unidos en el camino de una guerra en Oriente Medio que el país no quiere, la ley no lo permite y nuestra seguridad no lo exige", dijo el legislador.

En este sentido, acusó al mandatario de no saber "nada" de historia. "La historia nos dice que la arrogancia de EE.UU. sobre la eficacia de la acción militar en Oriente Medio es casi universalmente errónea", señaló.  

"Trump ha sido incitado a estos ataques por los eternos promotores de la guerra en Oriente Medio: aquellos que saben cómo iniciar los conflictos allí, pero que nunca saben cómo terminarlos, y aquellos que se benefician —política y financieramente— de las guerras sin fin", subrayó el senador.

Asimismo, Murphy aseguró que Trump está mintiendo sobre la supuesta amenaza que representa el país persa para Washington. "Me han informado datos de inteligencia: no hay pruebas de que Irán represente una amenaza inminente para Estados Unidos. Eso hace que este ataque sea ilegal", aseveró, añadiendo en otro mensaje que "Irán no estaba cerca de construir un arma nuclear" y "las negociaciones que Israel echó por tierra con sus ataques tenían posibilidades de éxito". 

Finalmente, hizo un llamado al Congreso del país norteamericano para "votar cuanto antes una ley que deniegue explícitamente al presidente Trump la autorización para arrastrar a EE.UU. a un conflicto en Oriente Medio que "podría costar la vida de innumerables seres humanos”.

GAZA Y CUBA

La agresión de Tel Aviv a Irán no ha detenido ni por un instantes el exterminio de palestinos en Gaza, algo que ya extiende a Cisjordania.

A los 55 000 gazetíes asesinados por la barbarie sionista, hay que sumarle el doble por los cuerpos aún bajo escombros y los que perecen a causa de las heridas que son imposibles de sanar ya y el hambre que atormenta a quienes permanecen vivos, las dos terceras partes en general correspondientes a niños y mujeres, los principales blancos del ente criminal.

La mayoritaria prensa al servicio del imperialismo se mantiene no solo en la callada, sino que hasta aplaude a quienes reprimen a los que se manifiestan contra la matanza de palestinos, algo de lo que son partidarios la gran parte de los habitantes de la nación agresora, ignorantes de los múltiples acuerdos internacionales que promueven el Estado judío y el palestino en la Palestina ocupada.

Esa misma prensa imperialista, sin embargo, aprovechó los desmanes de la política española contra Cuba para promover, y lograr, la intervención de Estados Unidos, que sesgó la guerra independentista cubana y logró apropiarse no solo de Cuba, sino también de las Islas Filipinas y la isla de Puerto Rico, aún colonia, bajo el rimbombante y falso título de Estado Asociado.

La crueldad de Benjamín Netanyahu contra los habitantes de Gaza y Cisjordania, quizás quede algo bajo en números con lo que hizo el “Pacificador” Valeriano Weyler, quien dictó la Reconcentración a partir del 16 de febrero de 1896 para aniquilar militarmente el levantamiento independentista cubano de 1895.

Decenas de miles de cubanos fueron llevados a campos de concentración, con el fin de aislar a los insurrectos de su medio natural, evitando que pudieran recibir ayudas. La medida creó una situación compleja al no poder suministrar alimentos a estas poblaciones con graves condiciones de insalubridad que experimentaron hambrunas y epidemias, tanto en los soldados españoles como en la población civil. Los historiadores de la época calificaron la política de reconcentración como genocida.

La medida vio su fin en noviembre del año siguiente con la sustitución de Weyler por el general Ramón Blanco y Erenas, quién llegó con la concesión de la autonomía para intentar restaurar el daño ocasionado, que costó la vida por hambre y enfermedades  de entre 170 000 a medio millón de cubanos, de una población de un millón 600 000 habitantes.
 

Comentarios

No hay calificativos para describir tantos disparates como los que escribe este señor. Disparates históricos y conceptuales. La política de España en la Guerra de Cuba nada tiene que ver ni con Hitler ni con Trump ni con Netanyahu. La isla de Cuba era una ciénaga plagada de enfermedades (como también lo era, en ciertas zonas, Florida, Memphis, etc., lugares donde no había ni reconcentración ni guerra), enfermedades producidas en buena parte por el hambre y miseria sembradas por la insurrección, en su táctica de tierra quemada. España (su Gobierno, su Ejército y Weyler) jamás pretendió hacer daño a la población civil, pero tuvo que defenderse de los crímenes, terrorismo y destrucción llevados a cabo en su provincia de Cuba por manos de los insurrectos mambises. Apoyados desde el naciente imperio (en eso sí tiene razón el Sr. Musa) con armas y prensa amarilla propagandista, con el único fin de "comerse" Cuba y dejar de lado a los mambises. Como al final sucedió. De por medio, mentiras, calumnias, difamaciones y juego sucio. Parece mentira que desde la Cuba actual, que debiera narrar su Historia con ecuanimidad y rigor, continúe por la senda del insulto y del embuste. Así no van por buen camino.
No hay calificativos para describir tantos disparates como los que escribe este señor. Disparates históricos y conceptuales. La política de España en la Guerra de Cuba nada tiene que ver ni con Hitler ni con Trump ni con Netanyahu. La isla de Cuba era una ciénaga plagada de enfermedades (como también lo era, en ciertas zonas, Florida, Memphis, etc., lugares donde no había ni reconcentración ni guerra), enfermedades producidas en buena parte por el hambre y miseria sembradas por la insurrección, en su táctica de tierra quemada. España (su Gobierno, su Ejército y Weyler) jamás pretendió hacer daño a la población civil, pero tuvo que defenderse de los crímenes, terrorismo y destrucción llevados a cabo en su provincia de Cuba por manos de los insurrectos mambises. Apoyados desde el naciente imperio (en eso sí tiene razón el Sr. Musa) con armas y prensa amarilla propagandista, con el único fin de "comerse" Cuba y dejar de lado a los mambises. Como al final sucedió. De por medio, mentiras, calumnias, difamaciones y juego sucio. Parece mentira que desde la Cuba actual, que debiera narrar su Historia con ecuanimidad y rigor, continúe por la senda del insulto y del embuste. Así no van por buen camino.
Val
Al parecer el autor confunde la Historia de Cuba con la propaganda americana. Hasta lor padres de la patria cubana estarían en contra de esta analisis sin fundamento. De Weyler hay que decir que nunca fue "El Pacificador" sobrenombre de su antecesor el General Martínez Campos. En segundo lugar confunde las "zonas de reconcentración" con los "campos de concentración" donde los primeros eran campamentos para proteger a la población no beligerante de la guerrilla de Máximo Gómez, renegado dominicano antiguo oficial del Ejército Español, de la práctica de "Guasima, cabuya y sebo", es decir, la horca para quien no se uniera a las partidas insurrecta de Serafín Sánchez, Carlos Roloff o Flor Crombet.Antobo Maceo que proclamaba la práctica de la " tierra quemada" para convencer a España de qué Cuba podía llegar a ser un montón de ruinas, cuando vio el acercamiento americano dijo, " yo que he peleado diez años por Cuba contra España sería capaz de pelear veinte años por España contra Estados Unidos". .." y aunque me parezca imposible, ese sería el único caso en el que tal vez yo estaría al lado de los españoles". Cuba nunca fue enemigo de España y es triste ver a los cubanos confundir la Historia de Cuba con las historietas del comic de la Prensa Amarilla.... " Poga usted las fotos y yo pondré la guerra" ( W.R.Hearst)
Cudos3
Al parecer el autor confunde la Historia de Cuba con la propaganda americana, hasta los padres de la patria cubana estarían en contra del análisis sin fundamento del autor. De Weyler hay que decir que no era “El Pacificador”, sobrenombre de su antecesor el General Martínez Campos. En segundo lugar, cuando escribe confunde las “zonas de reconcentración” con los “campos de concentración” donde los primeros eran campamentos para proteger a la población no beligerante de la guerrilla de Máximo Gómez, renegado dominicano antiguo oficial del Ejército Español, que aplicaba a los naturales de “Guásima, cabuya y sebo”, es decir, la horca para quien no se uniera a las partidas guerrilleras de Serafín Sánchez, Carlos Roloff o Flor Crombet. Antonio Maceo que proclamaba la práctica de “tierra quemada” para convencer a España de que Cuba podía llegar a ser un montón de ruinas, cuando vió el acercamiento americano afirmaba,” yo que he peleado diez años por Cuba, sería capaz de pelear veinte años por España contra Estados Unidos”.. “y aunque me parezca imposible, ese sería el único caso en que estaría yo al lado de los españoles”. España nunca fue enemigo de Cuba y es triste ver a los cubanos confundir la Historia de Cuba con las historietas del cómic publicadas en la Prensa Amarilla”… ordenaba W.R. Hearst a los corresponsales en Cuba “ ponga usted las imágenes y yo pondré la guerra.”
Cudós

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