Belarús: Método que no funciona

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Belarús: Método que no funciona
Fecha de publicación: 
4 Septiembre 2020
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Alexander Lukashenko vencedor de los comicios presidenciales al obtener más del 80 por ciento de los votos.

La conspiración internacional para crear el caos en Belarús, hacer renunciar al presidente Alexandr Lukashenko y obligar a unas nuevas elecciones presidenciales ha fracasado en toda la línea, debido al inobjetable apoyo de la mayoría del pueblo al mandatario reelecto, la firmeza de unas fuerzas armadas que se han mostrado dispuestas a no tolerar la subversión y enfrentar cualquier agresión de países vecinos sometidos a Washington, y el firme apoyo de Rusia. 

Lo cierto es que en las recientes elecciones presidenciales en Belarús, con el 80% de participación e igual número a favor de Lukashenko no se ha podido demostrar fraude alguno.
Cierto, no hubo control por entidad internacional, pero las invitaciones hechas por Minsk a organismos europeos fueron rechazadas, con el fin de no tener que informar acerca de la correcta votación.

Lukashenko pudiera ser o no popular, pero sigue siendo la mejor opción para una nación donde hay un gobierno que sí se preocupa por el bienestar de la población, hace que la educación llegue a todos y la salud está garantizada, y más en estos tiempos de enfrentamiento a la epidemia del nuevo coronavirus.

Hay que apuntar que la principal contendiente del Presidente no aceptó la derrota y viajó enseguida a Lituania, donde le ofrecieron apoyo de todo tipo, mientras entes contrarios al gobierno organizaban manifestaciones de protesta y se abría un “consenso” imperialista para rechazar los resultados de los comicios.

En ese sentido se pronunciaron los países integrantes de la Unión Europea, que actuó en bloque a favor del plan subversivo de Estados Unidos, que tuvo sus prolegómenos en la fabricación de supercherías como la matanza de la Plaza Tian An Men, en Beijing, rechazada y desmentida en toda la línea por la República Popular China, comenta el colega Habana Radio en La Gran Mentira, recuerdos.

Empero, el método imperialista para deponer a gobiernos molestos, sí tuvo éxito en Ucrania, donde el Imperio empleó 5 000 millones de dólares para comprar voluntades, crear grupos mercenarios y apoyar a declarados agentes nazis, quienes, entre otras cuestiones denigrantes, encerraron en un edificio a más de 90 opositores, a quienes asesinaron mediante el fuego; al mismo tiempo que iniciaban bombardeos contra regiones fronterizas con mayoría de población de habla rusa.
 

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