¿Batman contra la guerra en Ucrania?

Como si no bastaran las sanciones económicas que buscan ahogar al pueblo ruso, la exclusión de Rusia de casi todas las competencias deportivas del mundo y la censura de sus canales informativos por parte de gigantes tecnológicos como Facebook y Google, la histeria antirrusa ha llegado también al campo de la cultura.

Entre las medidas, destaca la despedida de artistas rusos «cercanos al líder ruso», como es el caso de Valery Gergiev, quien dirigía la Orquesta Filarmónica de Múnich.

La Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del Festival de la Canción de Eurovisión, decidió expulsar a Rusia del certamen de 2022, «basándose en las reglas del evento y los valores de la UER», según rezaba el comunicado en el que lo anunciaron.

Por su parte, el Festival de Cannes también ha anunciado que «no recibirá delegación rusa alguna en apoyo al pueblo de Ucrania y a todos los que se encuentran en su territorio».

Lavrov: "Occidente busca presentar a Rusia como un mal absoluto"

El jefe de la diplomacia rusa denunció que Occidente crea deliberadamente una imagen negativa de Rusia presentándola como "un mal absoluto"

Entrevista completa: https://t.co/Aet0FrP37i pic.twitter.com/VQMd8InDIf

— RT en Español (@ActualidadRT) March 3, 2022

Para no ser menos, La Royal Opera House de Londres también ha cancelado las representaciones del legendario ballet ruso del Bolshói, retirándolo de su programación.

De igual forma, la Sony ha sido la última major, tras Disney y Warner Bros, en retirar sus grandes estrenos de los cines rusos, por lo que filmes como The Batman (Warner), Turning Red (Disney) o Morbius (Sony), han sido paralizados y, de momento, se estrenarán en el resto del mundo.

En el colmo de los extremismos, un profesor de la Universidad italiana de Milano-Bicocca decidió suspender un curso sobre Fiódor Dostoyevski, debido a que el legendario escritor era ruso, medida que más tarde fue retirada por la institución educativa.

"Hoy en día, no solo está mal ser un ruso vivo en Italia, sino también ser un ruso muerto", comentó el profesor y escritor Paolo Nori al describir la decisión como "increíble".

https://t.co/gEugzzlV4r pic.twitter.com/8YX4mDAYvG

— RT en Español (@ActualidadRT) March 3, 2022

Por lo visto, para algunos, tanto el deporte como la cultura han dejado de ser el mayor símbolo de paz y de hermandad entre los pueblos. 

Esperemos que la censura rusofóbica no traspase los límites de la cordura y a nadie se le ocurra empezar a hacer piras de fuego con las obras de Fiódor Dostoyevski, Lev Tolstói, Antón Chéjov, Alexander Pushkin y las partituras de Prokofiev, Shostakovich, Stravinsky, Tchaikovsky, Rachmaninov y Rimsky Korsakov, por solo citar algunos de esos grandes pilares de la cultura mundial...