Adiós, Francia: Se va, se va, se va…

Quizás de los golpes militares de los últimos tiempos en varios países africanos el más preocupante para Occidente ha sido el reciente en Níger, con mandos castrenses entrenados en Estados Unidos, por lo cual conocen al dedillo las prácticas imperiales para deshacer cualquier intento popular, con el fin de lograr la soberanía.

En este contexto, ordenó la retirada de las tropas francesas allí acantonadas, prohibió que aviones galos sobrevolaran su territorio y expulsó a los embajadores de Francia, Estados Unidos y Alemania por inmiscuirse en los asuntos internos de la nación.

De ahí que el primer ministro francés, Enmanuel Macron, anunciara el retiro diplomático y de todas las tropas, aunque escalonadamente, mientras otras fuerzas militares francesas desembarcaban en naciones vecinas, respaldadas por las autoridades de las bases estadounidenses allí ubicadas.

Pero de esto no habló Macron en una entrevista concedida a TF1 y France 2, en la cual dijo que Francia estará “siempre disponible" para ayudar a África en la lucha contra el terrorismo yihadista, siempre y cuando sea a petición de gobiernos democráticamente electos o de organizaciones regionales. "Se acabó la Francia-África (concepto geopolítico que plasmaba la influencia de París en sus antiguas colonias africanas), cuando hay golpes de Estado no intervenimos", ha aseverado.

Níger acogía desde 2022 una buena parte de los efectivos restantes de la operación anti-yihadista francesa Barkhane, que había sido trasladada desde Malí, donde una junta militar en el poder rechazó de plano la presencia francesa en su territorio.

La influencia francesa sobre sus antiguas colonias ha disminuido en África occidental en los últimos años. Sus fuerzas han sido expulsadas de Mali y Burkina Faso, desde los golpes de Estado en esos países, reduciendo su papel en la lucha regional contra las letales insurgencias islamistas.

"Hemos estado allí porque Níger nos lo pidió, Burkina Faso, Malí, para ayudarles a combatir el terrorismo en sus territorios. Hoy esos países han sido víctimas de golpes de Estado. Hoy mismo he hablado con el presidente Bazoum, quien ahora está detenido, porque llevaba a cabo reformas ambiciosas", ha detallado Macron.

Pero el mandatario francés ocultó que los militares franceses han sido inoperantes al respecto, y que grupos terroristas que no tienen nada que ver con el islam han sido utilizados frecuentemente para lograr la influencia gala en zonas ricas en recursos naturales, como el uranio en Níger, donde tenían virtualmente esclavizados a los trabajadores locales.

RECUENTO

Níger es el último país de África occidental cuyo ejército ha tomado el control tras Burkina Faso, Guinea, Mali y Chad, todos ellos excolonias francesas.

Un 78% de los 27 golpes de Estado en África subsahariana desde 1990 se han producido en naciones francófonas, como legado del colonialismo francés.

El coronel Abdoulaye Maiga, nombrado primer ministro por la junta militar de Mali en septiembre del 2022, lanzó un duro ataque contra Francia.

Tras criticar sus "políticas neocolonialistas, condescendientes, paternalistas y vengativas", Maiga alegó que el país europeo "repudió los valores morales universales" y apuñaló a Mali "por la espalda".

El resentimiento antifrancés también estalló en Burkina Faso, donde el gobierno militar puso fin en febrero a un acuerdo que desde hace años permitía a las tropas francesas operar en el país, otorgando a Francia un plazo de un mes para retirar sus fuerzas.

Los registros históricos respaldan parcialmente estas quejas. El dominio colonial francés estableció sistemas políticos diseñados para extraer valiosos recursos y mantener el control mediante estrategias represivas.

También lo hizo el dominio colonial británico, pero lo que fue distintivo del papel de Francia en África fue la medida en que siguió participando (sus críticos lo llamarían injerencia) en la política y la economía de sus antiguos territorios después de la independencia.

Siete de los nueve estados francófonos en África occidental todavía usan como moneda el franco CFA, que está vinculado al euro y respaldado por Francia, como un legado de la política económica francesa hacia sus colonias.

Francia también forjó acuerdos de defensa bajo los que intervino militarmente de forma regular en defensa de impopulares líderes profranceses para mantenerlos en el poder.

En muchos casos, esto fortaleció a figuras corruptas y abusivas como el expresidente de Chad Idriss Déby y el expresidente de Burkina Faso Blaise Compaoré, obstaculizando la lucha por la democracia.

Aunque Francia no intervino militarmente para restituir a ninguno de los jefes de Estado recientemente depuestos, todos eran vistos como "profranceses".

Peor aún: la relación entre los líderes políticos franceses y sus aliados en África a menudo era corrupta, lo que creó una élite rica y poderosa a expensas de los pueblos africanos.