"Contigo en la distancia": el reto de un amor en tiempos de pandemia

"Contigo en la distancia": el reto de un amor en tiempos de pandemia
Fecha de publicación: 
22 Mayo 2020
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El Dr. Samuell junto a uno de sus compañeros de misión. Fotos: Cortesía de los entrevistados

Vía Borsellino, Torino, Piamonte, Italia: Se levanta temprano, “enciende” los datos y busca el habitual correo mañanero de su esposa, donde ella le cuenta de su rutina del día anterior, y le responde antes de salir a su labor en la Oficina de Grandes Reparaciones, una galería convertida en hospital para atender a enfermos de COVID-19.

Allí cumple dos turnos de seis horas, de 8:00am a 2:00pm un día, de 2:00pm a 8:00pm al siguiente y una guardia de 12 horas de 8:00pm a 8:00am, en la primera línea de combate al nuevo coronavirus en esa instalación, donde asegura tienen las condiciones creadas para la alimentación y la higiene, en un área de desinfección provista de duchas de agua caliente para bañarse cada vez que se sale de la llamada zona roja.


Se preparan para entran en la zona roja

El trabajo es muy fuerte, sobre todo cuando tienes que ponerte los trajes individuales dentro de la zona roja, pasas mucho calor porque son cerrados herméticamente, describe el Especialista en Medicina General Integral (MGI) y Residente de segundo año de Urología, Samuell Isaac Prada López, uno de los colaboradores cubanos de la salud que cumplen misión internacionalista en la nación europea.

La Giraldilla, La Lisa, La Habana, Cuba: Sin levantarse aún de la cama activa los datos en busca del correo de su esposo, para no faltar a la tradición que establecieron cuando él estuvo en la República Popular de Angola.

El resto del día es para hacer las tareas de la casa: recoger, limpiar, darle almuerzo a los dos niños que tienen en común “que en este tiempo lo único que hacen es comer”, se planifica para poder hablar con Samuell en sus tiempos libres, en los que él aprovecha también para hacer ejercicios, estudiar y descansar.

En la noche hago todo rápido para estar listos a las 9:00pm para los aplausos, luego juego con los niños hasta que se duermen y hago el correo para mi esposo, donde le transmito cuánto lo queremos y extrañamos, relata Geidy Arias Sánchez, Especialista MGI y en Gastroenterología, de cuarentena por estos días con Samir (seis años) y Salma (un año).

Ni los ocho mil 458 km (cinco mil 256 millas) de distancia, las seis horas de diferencia en que se desarrollan hoy sus vidas, el tiempo que llevan separados (desde el 12 de abril) o lo atareadas que puedan resultar sus jornadas, han podido alejar a esta hermosa pareja, cerca de cumplir ocho años de casados.

Las redes sociales y los amigos en común han sido cómplices y testigos de su jugar a sorprenderse y ganarse el amor del otro cada día, tal como sucedió el pasado 23 de abril,  por sus 11 años de noviazgo, cuando Samuell se valió del reto de moda para enviarle un mensaje con la ayuda de otras colaboradoras de la salud, quienes sostenían en sus manos papeles con frases que completaban una sentencia:

“Geydi mi amor, a pesar de la distancia nuestro amor perdurará por siempre. Pronto estaremos juntos. Te amo. Felicidades”.

Orgulloso, el doctor comenta que su esposa estuvo al menos cinco minutos sin pronunciar una palabra de la emoción. Mas Geidy, que pensó que “después de ese “detallazo” todo lo que hiciera iba a resultar pequeño”, organizó junto a los niños un video de felicitación, con seis horas de adelanto, para que llegara a Samuell en los primeros minutos del 12 de mayo hora de Italia, en la fecha de su cumpleaños 34.

Siempre hemos sido románticos, desde que comenzamos (en quinto año de la carrera de Medicina), porque son esos detalles los que hacen que el amor perdure, más ahora que tenemos hijos, es muy importante para el matrimonio. Imagínate que aún guardo una cajita de bombones llena de las carticas que me hacía cuando éramos novios, comenta Geydi; y destaca incluso que Samuell supo que se iba para Italia el día de su cumpleaños (25 marzo) y no le dijo hasta el siguiente para que no se pusiera triste.

El médico salió de misión a Angola en 2014 dejando al pequeño Samir con apenas cuatro meses, para regresar tres años después, por tal razón, destaca la joven madre, “decidimos tener otro bebé cuando yo terminara la especialidad y no existieran interrupciones, porque se perdió muchas cosas del niño”, y se alegra de que les hubiera dado tiempo celebrar al menos el primer aniversario de Salma (primero de abril) antes de este viaje.

“Cuando Samuell se enteró que había sido escogido para la misión nos preocupamos porque ya Samir es grande, pero en el círculo la maestra le explicó todo lo del coronavirus en forma de cuento, donde existía un superhéroe que curaba y aproveché para decirle que su papá podía ser ese superhéroe.


El Dr. Samuell junto a su esposa y sus dos hijos

“Ahora todas las noches espera ansioso las 9:00pm para aplaudir por su papá y grita: "¡Vivan los médico cubanos!", "¡Viva mi papá que está en Italia!"; y así lo que se le ocurre. Salma como es tan pequeña no sabe, pero en cuanto escucha su voz lo busca en el teléfono y juega a los escondidos por video llamada”.

El médico cubano reconoce el apoyo incondicional que ha recibido de la familia, sobre todo de su esposa, “que es la que ha tenido que sufrir más de cerca el distanciamiento”, pero también de sus suegros, padres y hermano, a quienes agradece el soporte emocional que le han brindado, porque “sin el apoyo de la familia ningún colaborador puede sentirse satisfecho cumpliendo su deber. Creo que lo más importante siempre es ese calor y esa fuerza espiritual que transmite la familia”. 

Comentarios

linda historia de guerreros. QUE VIVA EL AMOR DE ELLOS POR SIEMPRE.
secretaria@ranluna.cfg.tur.cu

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