Artistas chilenos denuncian prácticas dictatoriales en intento por censurar a Roger Waters

Más de 60 artistas e intelectuales chilenos expresaron este jueves su inconformidad por la decisión de la Comunidad Judía en Chile de acudir a la Justicia para tratar de censurar los conciertos que el cantante Roger Waters dará en Santiago este fin de semana, y pedir a los tribunales que no admitan a trámite el recurso de protección presentado, en el que se acusa al ex-Pink Floyd de antisemita e instigador del odio.

En una carta remitida a EFE, los 66 firmantes argumentan que "la citada acción, más allá de su fundamentación retórica, busca censurar de forma previa la crítica al asesinato de niños, los bombardeos a campos de refugiados, hospitales, asesinato de funcionarios ONU entro otros crímenes cometidos por el gobierno que lidera el ultraderechista Benjamin Netanyahu", y es similar a la represión de las libertades que coartó la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989).

"Dicha actuación, ha recibido críticas de multiplicidad de gobiernos, organizaciones internacionales diversas e imparciales, artistas, políticos e intelectuales del mundo entero, tanto por su indiscriminado y desproporcionado despliegue de fuerza, como por los costos que está significando en población civil inocente”, dicen.

A juicio de los artistas, se trata, por lo tanto, "de una acción tendiente a silenciar críticas fundadas y amparadas en el Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, con objetivos que no son de protección sino de manipulación, intimidación y propaganda".

En este sentido, recordaron que "la persecución de la que es objeto Roger Waters ha tenido expresiones en diversos países en el marco de su gira internacional, adoptando distintas formas, todas ellas intimidatorias, como han sido la amenaza, la funa (escrache) y la presión económica a través de cadenas de hoteles que le han negado el alojamiento".

"Esta presión, sin embargo, no se agota en la figura del cantante británico. Se ha expresado también contra actrices como Susan Sarandon y Melissa Barrera, a quienes han perseguido y castigado a través de la remisión de contratos laborales y de representación en la industria del cine, a partir de sus expresiones de condena ante crímenes de guerra en Gaza"

Es por ello que "el recurso que presentan las agrupaciones judías chilenas sigue, por tanto, el mismo patrón y no se ampara en la protección de derechos sino en la censura, la intimidación y la persecución con fines políticos contingentes de un Estado. Evitar, expulsar, perseguir e incluso eliminar artistas críticos es un recurso común a todas las dictaduras y regímenes que violan sistemáticamente los Derechos Humanos, que en Chile conocemos dolorosamente por nuestro pasado reciente.

La misiva concluye con una condena a lo que los artistas creen que es un intento por imponer la censura en Chile, "Más aún cuando se vale de recursos que están creados para la protección de las personas, precisamente para cautelar el respeto de los derechos cuya vulneración está siendo denunciada por los artistas hoy perseguidos".

La acción legal fue presentada el martes por la abogada Ariela Agosin, en nombre del Comité Representativo de Entidades Judías en Chile, y apunta igualmente a la productora DG Medios, que organiza un evento con todas las entradas agotadas que reunirá a miles de personas.

En el recurso, a cuyo contenido ha tenido acceso EFE, se argumenta que el exlíder de Pink Floyd tiene “un consabido historial” de declaraciones “judeófobos” que podrían constituir un delito de “incitación al odio” e incluye enlaces a reportajes, informaciones y fotografías de conciertos pasados y de denuncias en otros países.

En Chile vive la mayor comunidad de palestinos emigrados voluntarios y expulsados forzosos que existe en el mundo fuera de los estados árabes.