El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla
De esa forma persiguen desviar la atención al pedido de Cuba a la Casa Blanca de que aclare su vinculación con la acción terrorista de Alexander Alazo.
En la imagen, el terrorista que atentó contra la embajada de Cuba en Washington alentado por el discurso de odio del gobierno de EEUU