Ha sido declarada una emergencia sanitaria mundial , pero puede ser controlada y no hay por qué suponerla como una nueva pandemia, semejante a lo que fue la Covid-19.

Así lo afirmó recientemente la OMS, mediante su director regional en Europa, Hans Kluge, quien en intercambio con la prensa refirió que, aun cuando existe una preocupación real con respecto a la nueva variante de la también conocida como mpox, es posible controlar este virus.

Foto: Katson Maliro / OMS

El directivo señaló que “Sabemos cómo controlar la mpox. Y, en la región europea, las medidas necesarias para eliminar por completo su transmisión”. Subrayó asimismo que "La necesidad de una respuesta coordinada es ahora mayor en la región africana” y "podemos y debemos abordar la mpox juntos, en todas las regiones y continentes".

Desde inicios de este agosto, la OMS invitó a los fabricantes de vacunas contra la viruela símica (mpox) a presentar expedientes para su evaluación de emergencia. Una nueva cepa del virus, que surgió por primera vez en septiembre de 2023, se había detectado fuera de la República Democrática del Congo.

Hasta el presente, se utilizan dos vacunas contra la enfermedad, ambas recomendadas por el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la OMS.

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Qué es la Mpox y cómo se contagia

La viruela símica es una enfermedad infecciosa ocasionada por el virus de la viruela símica (abreviado como MPXV). Es de la familia Poxviridae, género Orthopoxvirus, la cual también integran virus de la viruela humana, de la viruela vacuna, de la vaccinia y otros.

El MPXV fue descubierto en 1958, en Dinamarca, en monos utilizados en laboratorios de investigación. El primer caso en humanos data de 1970, en la República Democrática del Congo, donde un de 9 meses fue el primer enfermo.

No ha podido determinarse, corrobora la OMS, el reservorio natural del virus, pero existen algunos mamíferos pequeños vulnerables al mismo como ardillas y monos.

Luego de la erradicación de la viruela, en 1980, el virus del mono o viruela símica tuvo emergió de manera paulatina en el continente africano. Entre 2022-2023 tuvo lugar un brote mundial, causado por una cepa conocida como clado IIb.

¿Cómo se transmite?

La enfermedad puede transmitirse al humano a partir del contacto físico con personas o animales infectadas, y también con materiales contaminados.

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La trasmisión de persona a persona tiene lugar a partir del contacto directo con lesiones infecciosas en la piel, boca o genitales de alguien ya enfermo. El contagio puede ocurrir cara a cara en caso de contacto cercano prolongado, pues al hablar o inhalar las gotículas respiratorias o aerosoles de corto alcance pueden trasmitir el virus, también sucede al besar o al tocar la piel o tener relaciones sexuales.

Es con esos contactos que el virus encuentra una puerta de entrada al organismo a partir de una lesión en la piel, de las mucosas (oral, faríngea, ocular, genital, anal) o por las vías respiratorias. Las personas con múltiples parejas sexuales corren mayor riesgo de contagio.

En el caso de la transmisión de animales a humanos esta ocurre por mordeduras o arañazos, o al cazar, manipular cadáveres, preparar, cocinar o comer animales infectados. Todavía investigan la la magnitud de la presencia del virus entre animales.

Foto ilustrativa: tomada de elpais.cr

La tercera vía de contagio –a partir de objetos contaminados-, puede ser al entrar en contacto con ropa de cama o de vestir, con objetos perforo cortantes ya con el virus, o en salones de tatuaje donde no se tomen las medidas adecuadas, entre otros.

Cualquiera puede contraer la viruela símica por contacto y las embarazadas pueden trasmitir al feto la enfermedad.

¿Cuáles son los síntomas?

Usualmente, los síntomas y otras evidencias comienzan una semana después del contagio , pero pueden aparecer entre 1 y 21 días después. Duran de 2 a 4 semanas, y pueden persistir más en personas con un débil sistema inmunitario.

Los síntomas más comunes son erupciones cutáneas o lesiones en las mucosas, acompañadas de fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, de espalda y de garganta, así como falta de energía e inflamación de los ganglios linfáticos, que es muy característico de esta enfermedad. Hay quienes están infectados y no presentar ningún síntoma.

Una parte de los enfermos presenta como primer síntoma la erupción cutánea, que comienza en la cara y se extiende por todo el cuerpo, hasta las palmas de las manos y plantas de los pies, empieza como una mancha y se convierte en una vesícula llena de líquido que puede picar o doler.

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Dichas lesiones pueden detectarse también en la boca y garganta; en ingles, genitales y ano, o en otras partes del cuerpo. Pueden ser pocas o cientos.

En tanto la erupción se cura, estas lesiones, van secándose y se cubren de costras que acaban por caer. Los enfermos pueden contagiar el virus hasta que todas las lesiones hayan cicatrizado y la piel en esas zonas se haya renovado.

Entre las complicaciones que pueden derivar del contagio con la mbox figuran abscesos u otros agravamientos de las lesiones cutáneas, neumonía, infección de la córnea con pérdida de visión, dolor o dificultad para tragar, vómitos y diarrea que pueden llevar a una deshidratación grave o malnutrición, septicemia (infección de la sangre con una respuesta inflamatoria generalizada del organismo), inflamación del cerebro (encefalitis), del corazón (miocarditis), del recto (proctitis), de los órganos genitales (balanitis) o de las vías urinarias (uretritis).

Aunque la muerte es una posibilidad, sobre todo los menores, las embarazadas y las personas inmunodeprimidas corren el riesgo de complicaciones, así como los enfermos con VIH que no están correctamente mediados.

Foto: tomada de elcomercial.com.ar

Para el diagnóstico, los exámenes de laboratorio son conclusivos y consisten en una prueba de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) a material de las lesiones cutáneas. Dichas pruebas resultan de gran importancia para no equivocar el diagnóstico, confundiéndolo con varicela , sarampión u otras infecciones cutáneas, y así proceder a un rápido tratamiento y evitar la propagación del virus.

La viruela símica y el mundo

Hasta ahora rebasan el numero de 16.000 los contagios de mpox notificados en más de 75 países y los casos parecen seguir aumentando. De hecho, la cantidad de informados aumentó en un 77% desde finales de junio hasta principios de julio, según datos de la OMS y la ONU.

La última vez que la OMS hizo el llamado de emergencia sanitaria mundial fue en 2022, a propósito de la mpox, que entonces alcanzaba a casi 100.000 personas en todo el mundo.

Desde que comenzó este 2024, aun cuando África y particularmente el Congo lideran la lamentable lista de contagios y fallecidos, también otras regiones se han visto perjudicadas.

Solo en la República Democrática del Congo se han registrado 15.600 casos de viruela del mono y 537 muertes. En esta oportunidad, el brote se ha extendido a 13 países africanos, incluyendo algunos que antes no habían notificado casos como Kenia, Ruanda o Uganda.

A mediados de este agosto, Suecia informó sobre el primer caso en su territorio. Era alguien que había visitado el continente africano.

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Hoy, España es el país europeo con más afectados por la mpox desde 2022, un total de 8.104 casos, pero ninguno con la nueva variante. Este año, hasta el día 8 de agosto, la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) de ese país informa la suma de 264 casos, la mayoría hombres con una mediana de edad de 37 años y nacidos en ese país.

En general, hasta el momento, el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) considera la afectación de la viruela símica como de bajo riesgo para el viejo continente ya que es escasa la posibilidad de una “transmisión sostenida” porque los casos se diagnostican con rapidez.

El nuevo continente muestra un rostro diferente: en lo que va de año, se han producido unos 740 casos de viruela símica en EE.UU., más del doble que igual período del año pasado, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés).

En la región de las Américas, desde 2022 hasta el 1ro de julio de 2024, se han registrado 62.752 casos de mpox en 31 países y 141 muertes. Cerca de la mitad acontecieron en EE.UU. Aunque el virus no ha desaparecido de la región, la mayoría de los contagios corresponden al 2022.

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De Latinoamérica en particular, Brasil y Colombia son los que más contagios reportan, aunque no se registran muertes ni personas infectadas con la nueva cepa del virus.

En esta región, a Colombia le siguen México con 4.124 casos y 34 fallecimientos, y Perú con 3.875 casos y 20 decesos.

No es una gravedad como la de la última pandemia, pero los déficit sanitarios que vive la región, y que se hicieron evidente durante la crisis por el Covid-19, permanecen latentes. Por ejemplo, el diagnóstico de la infección por mpox debe realizarse con pruebas PCR, como ocurría con la Covid-19, pero esa posibilidad se concentra en Latinoamérica sobre todo en las gran urbes, aunque necesariamente no sucede así los pacientes.

En Cuba, según información de Granma del pasado 21 de agosto, no se registran casos de viruela símica.

Doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del MINSAP. Foto: tomada de PL

No obstante, se mantiene la vigilancia, según aseguró a ese diario el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, quien recordó que el país ya ha tenido experiencias al respecto porque en 2022 fueron detectados ocho casos, controlados oportunamente.

El doctor Durán García recordó en esa oportunidad transmisión de la enfermedad es mediante el contacto directo o indirecto con sangre, fluidos corporales o las lesiones de la piel y en ese sentido precisó que en el caso de las relaciones sexuales, no basta el uso del condón para evitar el contagio porque se trasmite cuerpo a cuerpo.

No será el último de los virus

Mantener la vigilancia, cooperar… son imperativos de este presente para todos los países si se quiere mantener bajo control a este virus, cuyo potencial de propagación a nivel global no deja de ser preocupante, según subrayaba el propio Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

Y este mpox no será el último de los virus. Se prevé la emergencia de otros muchos porque las tendencias históricas evidencian un patrón de propagación cada vez más frecuente y grave de virus zoonóticos con peligrosas consecuencias.

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Una investigación publicada por la revista en línea BMJ Global Healt ratifica que los cambios en el clima y el uso de la tierra aumentarán la frecuencia de los eventos de contagio zoonótico, que han sido causa de la mayoría de las epidemias modernas.

Pero es una tendencia que puede modificarse concertando esfuerzos mundiales para prevenir y contener los brotes; ello, si no se imponen el egoísmo, las ambiciones y la deshumanización de quienes más pudieran hacerlo, aquellos que concentran millones y riquezas.