Vilma Espín sigue abriendo caminos
especiales
A pesar de que mucho se ha escrito sobre su vida y su obra, a Vilma Espín seguimos debiéndole una gran biografía, un acercamiento profundo a su extraordinario legado. En la galería de hombres y mujeres que hicieron la Revolución, su impronta es una de las más peculiares y abarcadoras.
Aunó sensibilidad y contundencia, pasión y sentido común, elegancia y entrega… Y poseyó también —he ahí uno de sus más significativos méritos— visión de futuro.
Vilma Espín representó lo más avanzado de una práctica social ajena a dogmatismos y prejuicios. Y todo sin desdecir lo más valioso y auténtico de la tradición familiar cubana.
Este sábado se cumplen 15 años de su fallecimiento y la agencia Prensa Latina publica declaraciones de una de sus compañeras de trabajo.
Margarita Flórez conoció a la guerrillera de la Sierra Maestra a los ocho años de edad en Varsovia, cuando su padre era Embajador de Cuba en Polonia.
En aquel país ayudó a la destacada revolucionaria con la traducción en algunas reuniones, hasta que en 1975 comenzó oficialmente como traductora de mesa e intérprete de ella.
Contó a Prensa Latina que trabajar con Vilma fue un privilegio «por su nivel cultural, vesartalidad, amplitud con la que veía la vida, por su empatía y su capacidad de entender a las personas».
Confesó que en los encuentros internacionales, los asistentes veían en su figura el mito de la guerrillera. Era muy admirada, dijo, y se ganó gran respeto por sus discusiones y argumentos en temas relacionados con América Latina.
Tenía sobrada capacidad de persuasión en temas muchas veces incomprendidos, pero con ideas sólidas abrió caminos por la causa de la mujer, y además, tuvo al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, como su gran aliado, acotó Flórez.
«Le preocupaba mucho el nivel de educación cultural del pueblo, que hubiera prosperidad, respeto a los adultos y unión en las familias», reconoció Margarita, quien acompañó a Vilma durante cerca de 20 años como traductora de delegaciones de Polonia y la Unión Soviética.
«Si estuviera viva, estaría involucrada en los temas económicos de la nación», sentenció la intérprete de la líder femenina, y agradeció la insistencia de Vilma para que las mujeres tuvieran acceso a cargos de dirección.
«Yo le agradezco todo lo que aprendí. En estos momentos ella es un sustento moral importante en mi vida», concluyó Margarita Flórez, quien recuerda a la luchadora incansable como «una mujer esforzada por mejorarse cada día».
Añadir nuevo comentario