¡Villaclareños, cubanos, Hasta la Victoria Siempre!

Amanece en Santa Clara, como en toda Cuba, con el recuerdo imborrable del Comandante Ernesto Che Guevara, asesinado hace 55 años en la escuela de La Higuera, en la selva boliviana.

En la Plaza que lleva su nombre, en la ciudad que lo considera su hijo, más de dos mil villaclareños en representación de toda Cuba, rindieron tributo al Guerrillero de América, en un acto político-cultural que encabezó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Minutos antes de comenzar el homenaje, al llegar al Memorial, el Jefe de Estado se dirigió al sitio sagrado de la Patria donde se ubican los nichos que guardan los restos del Che y de sus compañeros del Destacamento de Refuerzo.

Junto a Diaz-Canel, dos valerosos hombres de la historia revolucionaria cubana rindieron tributo al amigo, al jefe, al estratega. Allí, con la emoción visible por el momento sobrecogedor, estuvieron el Comandante del Ejército Rebelde, José Ramón Machado Ventura, y el Comandante de la Revolución, Ramiro Valdés Menéndez. Presentes, también, otros dirigentes del Partido y el Gobierno, así como las máximas autoridades de la provincia.

Seguidamente, comenzó el acto solemne, repleto de belleza, música, danza y poesía, con la participación de artistas de este central territorio y del país, representantes de lo mejor de la cultura de la nación.

La oradora de este acto, breve y sencillo, pero de simbolismo profundo, a la altura del Guerrillero Heroico, la Primera Secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas, Aylín Álvarez García, evocó la vida y obra del Che.

Entonces, recordó pasajes de la historia más reciente de Cuba, y ratificó el compromiso de sus nuevas generaciones con el legado guevariano.

"El Che sigue moldeando la arcilla fundamental de nuestra obra, que es la juventud", afirmó la dirigente juvenil, y entonces pidió a todos "multiplicar al Che en las urgencias de estos tiempos".

Habló de los retos actuales de la Isla, de los desafíos internos y de las luchas contra las presiones externas. Y en todas las batallas, aseguró, siempre nos acompañará el ejemplo del Che.

Un combatiente puede morir, pero no sus ideas, estas palabras dirigidas a Ernesto Guevara, en la voz de Fidel, se escucharon con voz firme en el silencio de la Plaza.

Como resumen de este momento memorable, de manera espontánea y sensible, como es él, Díaz-Canel caminó hasta la tribuna y dijo con voz entrecortada: "¡Villaclareños, cubanos, Hasta la Victoria Siempre!".