Ventana Mundialista: Mejor actitud, mismo desenlace y… opciones reducidas (+Video)
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El equipo Cuba de baloncesto salió por segunda ocasión al coliseo de la Ciudad Deportiva en busca de una victoria ante Puerto Rico que de manera objetiva mantuviera vivas sus aspiraciones en la Ventana Mundialista rumbo a la Copa del Mundo 2023. Parecía que esa inyección extra de actitud rendiría sus frutos, pero no.
El desenlace del partido fue el mismo, solo que ahora con un margen más estrecho el de la derrota 62-65 sufrida a manos de los boricuas, y que nos coloca en una posición muy desfavorable en la aspiración de colarnos entre los 12 elencos que avanzarán a la siguiente fase.
De hecho, ese primer parcial, pese a dominarlo 14-12, pudo haber sido mucho más holgado a nuestro favor, pero afloraron las mismas falencias: mala selección de tiros; canastas que debieron ser logradas y no concretaron; y pérdidas de balón que derivaron en jugadas de transición y puntos para el rival.
Sí, el desdoble en defensa fue mucho mayor, al punto de frenar las jugadas de pick and roll de los oponentes, que no contaron con una de sus piezas claves en el juego interior, el cubano nacionalizado puertorriqueño Ismael Romero; las ayudas se comportaron a la altura para quebrar las cortinas, pero falló la efectividad en el costado ofensivo en esta oportunidad.
Las causas de esos deslices las hallamos en que todavía nuestros armadores no logran circular el balón con seguridad, los planteamientos en ataque no poseen la efectividad deseada o tantas veces diseñada en los entrenamientos, y en consonancia, la selección de tiro no resulta la idónea.
Eso, reconociendo que en esta oportunidad les llegaron más balones a los centros nuestros, Jasiel Rivero, Pedro Bombino, Yoel Cubillas y Mensiá, pero la conversión de encestes no se comportó con la efectividad necesaria.
Así, con esos vaivenes transitamos por la primera mitad, donde el pie en el acelerador hacia los compases finales del segundo cuarto nos permitió ir al descanso con ventaja 36-31, que era de ocho y se vio recortada en esa última acción.
Llegarías el tercer cuarto, el del desconcierto una vez más, y donde al parecer, como tocados por una varita mágica, los nervios se apoderan de nuestros jugadores. Allí no solo el tanteador adverso 11-21 ratifica lo antes expuesto, fundamentalmente en materia de organización de nuestras huestes, y la manera de encontrar el canasto, sino también en que justo ahí los boricuas taladraron nuestra zona pintada.
Entonces vendría nuevamente la reacción, al punto de igualar el marcador a 56 unidades en el último periodo. Justo allí afloró la incapacidad para cerrar los desafíos, cuando la tensión se coloca al límite y se requiere de una precisión quirúrgica para hacerse con la victoria.
De ese elemento adolecemos, y así se evidenció nuevamente, incluso con la oportunidad de encestar un triple abierto que nos hubiese dado el triunfo. No pudimos, amén de que, respecto al jueves, hubo cierta mejoría, pero aspectos tan fundamentales como las tiradas libres con un paupérrimo 41%; sumado a 21 pérdidas de esférico, incidieron negativamente en el desenlace.
Factores X
A los ya mencionados porcentajes desde la línea de los suspiros y las 21 pelotas perdidas, hay que añadir el hecho de que los de la isla del Encanto nos dominaron en la zona de restricción, con 40 cartones por 24 de nuestros internos, como también aprovecharon mejor los encestes tras pérdidas (20-17); los puntos por concepto de contragolpe (14-11); y los materializados en segundas oportunidades (14-11); pequeños márgenes que en un duelo de tanta presión y el cual culminó por solo tres unidades, hicieron la diferencia.
Otro elemento es el hecho de que, ante la doble y hasta triple marca en ocasiones sobre Rivero, otros hombres que debían cobrar protagonismo como Yoanki Mensiá, apenas culminó con cinco cartones, a lo que hay que añadir que el mayor asistidor del partido fue el propio Jasiel (4), lo que habla de que nuestros armadores no hallaron la brújula para concederles a sus compañeros pases de canasta.
Individualmente Jasiel comandó con 13 rayas las acciones ofensivas, en tanto el experimentado Yorman Polás (+14), mereció la mayor eficiencia producto de 8 cartones, siete tableros, y par de asistencias y otros tantos robos.
Del otro lado de la duela Jezreel de Jesús llevó la voz cantante en puntos (21), y efectividad (+16), corriendo muy bien la cancha y aprovechando con acierto sus oportunidades en el uno contra uno frente a sus marcadores.
Moya desde la línea de valoraciones
Sobre el partido comentaría el DT Eduardo Moya: “nos quedamos en defender. No podemos regalar cuatro balones y no definir las posesiones. Eso desde el primer cuarto, y perdimos por tres puntos. Señal de que, cerrando el círculo de juego y la rotación, no supimos aprovechar todo lo que tuvimos a nuestro favor.
Es inconcebible que hayamos tirado de 17-7 en libres, y que tácticamente tantas indisciplinas cometidas nos hayan pasado factura. Esas diferencias hay que preservarlas, hay que seguir mejorando en el trabajo que hacemos, no podemos iniciar un parcial regalando dos balones que en definitiva redujeron la ventaja y nos cuestan.
Jasiel es la bujía del equipo, pero necesita ayuda, nos faltó que encontraran esa tranquilidad en los momentos cruciales y el llevar cuatro meses con ellos, pero falta mucho aún. Vinieron a encontrarse con la estrategia diseñada después de cuatro minutos del segundo cuarto.
Nos hicieron defender fuerte, y sobre los 5-3 segundos, nos atacaron en el uno contra uno y con ese dominio en el manejo del balón, nos sacaron ventaja”, sentenció el timonel quien además remarcó que se necesita iniciar de inmediato la Liga Superior (rpevisto su comienzo el próximo 1 de abril), pues hay chicos con talento pero detenidos en el tiempo producto de tres años sin enfrentar competición de baloncesto alguna.
El propio Jasiel reconoció que les falta camino para hallar la brújula en compases finales y hacia los cierres de cuartos y partidos, máxime, tratándose de choques con la pizarra cerrada; y que la ansiedad por querer mostrar su mejor versión en casa, le ha pasado factura.
Seguimos en el costado de la espera, anhelando ese triunfo que no ha llegado. Por lo pronto, nos mantenemos en el sótano de la llave D con cuatro reveses y se aleja en el horizonte la posibilidad de acceder a la siguiente fase. La última ventana de junio-julio tendrá la palabra.
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