Trabajadores sociales en Cuba: la sensibilidad y el compromiso
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Foto: Estudios Revolución
Historias de vida muy conmovedoras, que hablan de pasión y entrega, de cuánto más puede hacerse —y se hace— en Cuba desde el trabajo social, fueron compartidas en la tarde de este miércoles en diálogo del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con poco más de 700 trabajadores sociales de todo el país.
“Ustedes tienen una misión fundamental en la sociedad que nadie más la puede cumplir”, había dicho el Jefe de Estado durante los primeros minutos del intercambio, que se extendió por casi tres horas y en el cual participaron a través de videoconferencia todas las provincias y el municipio especial Isla de la Juventud.
Cada una de las intervenciones que se sucederían luego fueron el mejor respaldo de esa sentencia. Una tras otra se fueron hilvanando experiencias personales y colectivas, todas unidas por el sentimiento común, como dijera Mariela Álvarez, desde Sancti Spíritus, de que “el trabajo social no es un centro de trabajo a donde vamos a cobrar un salario, el trabajo social es una profesión de entrega y amor sin límites”.
Muchos de los allí presentes han vivido esas experiencias desde ambos lados: una vez fueron acompañados a superar sus problemas por algún trabajador social, y ahora son ellos quienes acompañan a otros en el camino de hacerlo.
La habanera Nairobi Oviedo es un ejemplo de ello. Trabajadora social desde hace 22 años, delegada de base en su circunscripción y diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, fue parte de un largo proceso de transformación social durante su juventud que cambió su vida y hoy se enorgullece de haberse dejado ayudar por los trabajadores sociales cuando lo necesitaba.
Querer cambiar, dijo, es el primer paso para lograrlo. “Si la persona no quiere transformar su vida nosotros no podemos hacerlo”.
Y es que, como dijera Letsy Montano, también de la capital, y con ella coincidieron varios de sus compañeros: “No hay transformación posible si antes no se empieza por el deseo de la propia persona que quiere transformar su vida”.
Cuando logramos eso, valoró, entonces es más importante nuestro papel de acompañar, de estar al lado de quienes nos necesiten, de trabajar de verdad.
OCHO MESES Y SUS RESULTADOS
El 14 de septiembre del pasado año tuvo lugar el primero de estos encuentros. Casi ocho meses después, el de este miércoles fue escenario también para dar seguimiento a lo hecho en ese periodo en función de dar respuesta a varias de las inquietudes planteadas entonces.
De acuerdo con la información ofrecida por la Ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, en aquel momento fueron ocho los acuerdos adoptados, tomando en cuenta los principales elementos debatidos.
Entre otros aspectos comentó acerca de la realización del Primer Taller Nacional de Trabajo Social; la propuesta de perfeccionamiento de las estructuras hasta nivel de circunscripción y de ampliar las plantillas; así como la profesionalización del trabajo social, como parte de lo cual se aprobó el inicio de la Licenciatura, en cuyo plan de estudio se trabaja, al tiempo que se perfecciona el del Técnico Superior.
Son muchos los retos que tenemos a nivel de la localidad, consideró la trabajadora social Mileysi Trujillo, pero con las herramientas de las que se nos ha ido dotando estaremos en mejores condiciones de superarlos.
De ahí la necesidad de superar la concepción que en muchos lugares todavía existe, de que el trabajador social es “el que da o quita la chequera”. Nuestro trabajo va más allá de eso, consideró Claudia Herrera, otra de las muchachas a las que esta labor le cambió la vida y considera que también desde la ciencia se puede perfeccionar, y mucho, el desempeño en las comunidades.
El debate, de amplios y profundos matices, en el cual también estuvieron presentes el viceprimer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, así como los miembros del Secretariado del Comité Central Jorge Luis Broche Lorenzo y Joel Queipo Ruiz, incluyó además temas como la importancia de hacer más uso de las investigaciones sociales para conocer la causa de los problemas y poder mejorar la calidad de vida en las comunidades; y de hacer más por incorporar al estudio o al trabajo a los jóvenes desvinculados.
FORTALECER ESTE EJÉRCITO DE VOCACIÓN HUMANISTA
“Fidel no se equivocó con ustedes”. Con ustedes, aseguró el Presidente de la República en las conclusiones del encuentro, se formó un ejército con vocación humanista, que les ha permitido ir creciendo en la vida y a su vez transformar, acompañar, hacer cosas por los demás.
Agradecido “por la sinceridad” del diálogo, el mandatario cubano aseguró a los presentes que “habrá más encuentros como este, porque nos propusimos rescatar las ideas fundacionales del Programa ideado por Fidel para poder lograr la verdadera transformación social que necesita el país”.
Que muchos de los actuales delegados de circunscripción sean trabajadores sociales, valoró, significa un reconocimiento a la labor que ustedes realizan, porque la población aprecia lo que ha significado en la cotidianidad su trabajo y cuánto han aportado al desarrollo de la comunidad.
El fin de su trabajo, reflexionó, es la transformación social, y son muchos los ámbitos del país en que se ha logrado. “No podemos cansarnos de hacer todo lo posible por transformar.”
Y en ese propósito constante de transformar, el Presidente de la República dejó claras líneas para el trabajo futuro que deben fomentarse: la transformación social; la disminución del desempleo y de la desvinculación del estudio y el trabajo; el enfrentamiento a la violencia contra la mujer; la atención a las personas de la tercera edad; la participación en las estrategias de desarrollo local y programas socioculturales; así como la prevención del delito.
Encuentros como este, ratificó, dan mucha satisfacción y energía, y nos comprometen más aún en todo lo que hay que seguir transformando.
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Carlos de New York City
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