Al menos siete personas fueron heridas, una de ellas de gravedad, en un tiroteo desatado en Louisville (Kentucky) durante la protesta contra el asesinato de Breonna Taylor, una paramédico afroamericana de 26 años que fue baleada en marzo por la policía en su casa en esta ciudad mientras dormía con su novio.

La policía metropolitana de Louiville confirmó los hechos en una declaración la madrugada de este viernes. Aseguró que “hubo algunos arrestos” pero no precisó cuántos.

"Ningún oficial descargó sus armas de servicio", escribió el portavoz de la policía, el sargento Lamont Washington, en un correo electrónico a The Associated Press. A NBC News, cadena hermana de Telemundo, también aseguró que los siete eran civiles (lo mismo confirmó Washington) y que la policía no participó.

Alrededor de 500 a 600 manifestantes marcharon por las calles del centro de la ciudad de Kentucky el jueves por la noche, informó el Courier Journal. Las protestas se extendieron por más de seis horas, y terminaron en la madrugada del viernes con la lluvia.

De acuerdo con este medio, un manifestante confirmó que la policía no estaba tratando de disparar a nadie, y que sus armas apuntaban hacia arriba mientras gritaba a la gente que se fuera.

"Es comprensible que las emociones sean intensas", tuiteó el alcalde de Louisville, Greg Fischer, justo antes de la medianoche, y compartió una nota de Facebook pidiendo por la paz, que dijo fue escrito en nombre de la madre de Taylor. "Como dice la madre de Breonna, seamos pacíficos mientras trabajamos por la verdad y la justicia."

La atención sobre la muerte de Taylor se ha intensificado después de que su familia demandó al departamento de policía a principios de este mes. El caso ha atraído los titulares nacionales junto con el tiroteo de Ahmaud Arbery, el joven afroamericano asesinado por dos hombres blancos en un barrio de Georgia en febrero. Las familias de ambas víctimas han contratado al mismo abogado, Ben Crump.

La manifestación del jueves se produjo cuando los manifestantes de todo el país -desde Los Ángeles a Memphis, Tennessee, pasando por Nueva York y la propia Minneapolis- se han manifestado contra el caso de George Floyd, un afroamericano de 46 años que falleció el lunes en Minneapolis, Minnesota, después de que un policía blanco lo dejara inmovilizado con una rodilla clavada en su cuello durante minutos.

Alrededor de las 12:20 a.m., Fischer twiteó un video que dijo era un mensaje de la familia de Taylor.

"Louisville, muchas gracias por decir el nombre de Breonna esta noche. No vamos a parar hasta que se haga justicia", dice una mujer en el vídeo. "Pero deberíamos parar esta noche antes de que la gente salga herida. Por favor, váyanse a casa, estén a salvo y prepárense para seguir luchando".

Mientras tanto, un video en vivo del centro de Louisville tomado alrededor de las 12:30 a.m. mostraba a algunos manifestantes detrás de unas barricadas de madera improvisadas, que parecían estar hechas de mesas de picnic pintadas con spray con las palabras "No puedes matarnos a todos". Un pequeño fuego ardía dentro de un cubo de basura en el medio de la calle.

Los policías con chalecos antibalas y escudos faciales sostenían sus bastones y se alineaban alrededor del Ayuntamiento de Louisville. De acuerdo con AP, Parecía que disparaban balas de goma y desplegaban botes de gas lacrimógeno, empañando el aire y provocando tos entre los miembros restantes de la multitud. Mientras tanto, los manifestantes filmaban a la policía con sus teléfonos celulares.

Los habitantes de Kentucky siguen todavía bajo el mandato de distanciamiento social impulsado por la pandemia del coronavirus, por ello muchos manifestantes llevaban máscaras.

"Sin justicia, no hay paz" y "¿las calles de quién? Nuestras calles", son algunas de las consignas que se podía escuchar.

El caso Breonna Taylor

Taylor recibió ocho disparos el 13 de marzo después de que los detectives de narcóticos de Louisville derribaran la puerta principal. No se encontraron drogas en la casa.

Los agentes buscaban a dos hombres sospechosos de vender drogas en un vecindario a más de 10 millas de distancia de la vivienda, según informó el diario The Courier-Journal.

Según los registros policiales y judiciales, los agentes tenían una orden de allanamiento que incluía la casa de Taylor, lo que les permitía entrar sin tocar a la puerta ni identificarse como miembros de las fuerzas del orden.

Los vecinos y la familia de Taylor aseguran que la policía no se identificó como tal, y que la pareja creyó que eran criminales, por lo que Walter disparó en defensa propia.