Puerto Rico vive otro capítulo de la crisis energética iniciada por 'María'

Puerto Rico vive otro capítulo de la crisis energética iniciada por 'María'
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Fecha de publicación: 
1 Septiembre 2022
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La crónica crisis energética en que vive Puerto Rico desde el azote del huracán María (septiembre de 2017) asistió a un nuevo capítulo durante la última quincena de agosto, al extremo de que el gobernador, Pedro Pierluisi, cuestionó públicamente la gestión del consorcio privado LUMA Energy, a cargo de la trasmisión eléctrica en la Isla del Encanto.

Aquel huracán de categoría cuatro causó el mayor apagón en la historia de Estados Unidos (a cuya jurisdicción política se atiene el Estado Libre Asociado de Puerto Rico) y el segundo más grande en la historia mundial, al punto de que la restauración total del servicio demoró 11 meses​​​.

En la actual coyuntura no tardaron en aparecer las protestas sociales, enfocadas tanto en las constantes interrupciones del servicio como en el alza de los precios de la energía impuestos por LUMA al consumidor boricua.

El lunes, Pierluisi dijo a los medios de comunicación que la empresa estaba en situación de probatoria, a la espera de que corrija su desempeño, en particular lo referido a las prolongadas y continuas interrupciones en el servicio al más de millón y medio de sus clientes.

En la citada comparecencia, la primera autoridad insular tuvo que rebatir la posibilidad de que la crisis energética abocara en su renuncia al cargo, sugerida por uno de los comunicadores.

LAS ALARMAS

Las primeras alarmas que pusieron la continuidad de LUMA Energy sobre el tapete de la alta política nacional saltaron el 18 de agosto, cuando Pierluisi hizo pública su insatisfacción con el desempeño de la compañía.

'No estoy satisfecho con el desempeño de LUMA. Para mí es obvio que tiene que hacer cambios en su plan de ejecución para mejorar significativamente el servicio que le está ofreciendo a nuestro pueblo', señaló el gobernador en un comunicado.

La insatisfacción de Pierluisi con el consorcio privatizador tuvo lugar al día siguiente de que un nuevo apagón en el sistema eléctrico boricua dejara a oscuras a unos 150 mil clientes, en la zona norte de la isla.

GABINETE DE CRISIS

La creación el 24 de agosto de la Iniciativa de Reducción y Respuesta a Interrupciones, una especie de gabinete de crisis formado por cinco ingenieros, fue la respuesta inicial de la compañía a la agravada situación.

'Hemos cometido errores. Reconocemos nuestras fallas y hacemos los ajustes necesarios para satisfacer las expectativas de los habitantes de la isla. Ninguna jurisdicción del mundo es inmune a las interrupciones de servicio, pero podemos y vamos a mejorar', reconoció entonces Earl 'Duke' Austin, presidente de Quanta Services, una de las dos matrices de la empresa.

En la víspera, Pierluisi había llevado a comentar que su paciencia con LUMA corría el peligro de agotarse.

PROTESTAS

El 25 de agosto, la Policía dispersó en el Viejo San Juan a cientos de manifestantes que protestaban ante la sede ejecutiva (La Fortaleza) contra LUMA Energy, debido a los constantes apagones.

La marcha fue una continuación de otros episodios similares, pero la primera que concluyó con un enfrentamiento directo de los manifestantes con la fuerza policial.

Entre los manifestantes estaba el rapero Residente (exintegrante de Calle 13), quien a través de las redes sociales había convocado a un piquete 'contra LUMA'.

Desde principios de la semana anterior un grupo de legisladores de la Cámara de Representantes y organizaciones sociales habían llamado a movilizarse como forma de presionar a Pierluisi, para que cancelara el contrato otorgado por su administración a LUMA Energy.

En esas circunstancias trascendió un comunicado del gobernador insular en el cual apuntaba que le había solicitado a la empresa norteamericana 'cambios significativos en su plan de ejecución y medidas correctivas'.

La saga de demandas a la distribuidora había tenido un capitulo anterior el 20 de julio, ocasión en que activistas de organizaciones sociales, sindicales, ambientalistas y políticas en Puerto Rico marcharon en San Juan para demandar la cancelación del contrato al consorcio norteamericano.

HISTORIA

El 1 de junio de 2021, LUMA Energy se convirtió de manera oficial en el nuevo operador de la red eléctrica de Puerto Rico, con la misión de operar la infraestructura de distribución y transmisión.

Existe la particularidad de que la compañía no es propietaria de esa red, ni opera la industria generadora de energía, que sigue en manos de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).

El 20 de julio de 2018, el Estado Libre Asociado de Puerto Rico otorgó el permiso para que las funciones de bienes y servicios de la AEE fueran vendidos a empresas privadas, y a tenor con esa resolución el 22 de junio de 2020, firmó un contrato de 15 años con LUMA, una compañía conjunta formada por la estadounidense Houston Quanta Services Inc. y canadiense ATCO.

La AEE, cuyos problemas se agravaron tras los daños ocasionados a la infraestructura eléctrica por el huracán María, estaba atenazada por las deudas y las dificultades fiscales de la administración le dificultaban a la corporación estatal la reconstrucción de las redes de trasmisión y distribución.

En contraposición con el objetivo energético de la isla caribeña, que estipula un precio de electricidad de 20 centavos de dólar por kilowatt/hora, desde antes de que LUMA asumiera las operaciones la propia estructura del contrato dejaba entrever que empujaría los precios hacia una franja superior a los 30 centavos. 

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