Posposición de Tokio podría beneficiar a Manrique

"Un año perdido para todos, pero todo por el bien de todos", escribió el gimnasta cubano Manrique Larduet en su Instagram tras conocerse la suspensión de los Juegos Olímpicos de Tokio-2020.

Sin embargo, en su caso la posposición de la cita bajo los cinco aros pudiera ser más beneficiosa que perjudicial, a pesar de lamentar, por supuesto, que este 2019 casi se haya pasado en vano.

Y reitero casi, porque él por lo menos aprovechó estos meses para asegurar su cupo a la justa japonesa, que no es poco, y de todas maneras, la fecha del Campeonato Mundial (octubre en Copenhague, Dinamarca) hace pensar en que podría celebrarse.

Además, el mejor gimnasta cubano de la actualidad había sufrido varios contratiempos físicos en los últimos meses y alcanzó la clasificación gracias a su maestría, pero en realidad los pronósticos de cara a Tokio-2020 no eran muy halagüeños.

No obstante, ahora con más meses de recuperación para sus músculos puede volver mucho más fuerte cuando se retomen los exigentes entrenamientos de su disciplina, y con 25 años de vida estará en plenitud de facultades.

Quizás incluso esto le ayude para recortar la distancia con el excepcional Kohei Uchimura, quien ahora llegará a los Juegos con 32 años, y ya con esa edad comienzan a mermar los resultados.

Claro, no es el nipón su único obstáculo en pos de alcanzar la medalla olímpica que se le hizo esquiva en Río de Janeiro-2016, pero igualmente el francés Samir Aït Saïd (el del fatal accidente que dio la vuelta al mundo, ¿recuerdan?), uno de sus principales rivales en el salto, uno de sus puntos fuertes, llegará con 31 al certamen tokiota.

Quizás, incluso, vamos a seguir soñando, Carlos Rafael Gil retome su puesto al frente del colectivo de entrenadores de la gimnasia masculina.

En fin, que lo más importante ahora es tratar de sacar el positivismo adelante y aprovechar este tiempo para regresar con más bríos a luchar por la primera presea histórica de la gimnasia cubana en Juegos Olímpicos.