OPINIÓN: Santiago 2023, el desastre de los deportes colectivos
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Aunque llevamos años en los cuales no tenemos grandes resultados en la mayoría de los deportes colectivos (sin representación en Juegos Olímpicos, para poner el ejemplo más claro) en citas regionales sí se lograban títulos y buenas actuaciones en general, pero en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023 fue realmente desastroso lo ocurrido en este tipo de disciplinas.
Ya al béisbol le dedicamos un espacio en su momento, así que ahora iremos a otras, también con tradición y resultados en nuestra área geográfica.
La que secunda a nuestro pasatiempo nacional con grandes hazañas en ambos sexos es el voleibol, que en los últimos años vive un letargo en el sector femenino, pero presenta muy buenos elencos en el masculino.
Las chicas estuvieron más o menos a su nivel, porque equipos como República Dominicana o Brasil estaban muy por encima de ellas, y otros como Colombia y Puerto Rico también tienen un presente más halagüeño.
No era el caso de los varones, que sí salían entre los favoritos a disputar la corona y no pudieron llegar a la final.
El primer problema fue la conformación de la nómina, porque varias de nuestras principales figuras no fueron autorizadas a participar en Santiago, sobre todos los que actúan en Europa. Sin embargo, confeccionar un plantel en el cual no hay reemplazo para los centrales, por ejemplo, es temerario, para no decir una barbaridad.
¿Realmente era mejor rellenar con cuatro pasadores que no iban a ver acción antes de darle la oportunidad a un talento joven que necesita fogueo en esa posición, o en la de atacador receptor, que también quedó coja? Creo que se perdió una buena oportunidad para potenciar a otros jugadores, y darles descanso a los titulares, que prácticamente no se sentaron en todo el torneo.
Es cierto que tuvimos bajas, pero otros conjuntos también. Con lo que teníamos creo que se le ganaba a Argentina y a Brasil (perdimos en cinco sets), pero seguimos sufriendo con la falta de concentración en los momentos cruciales, y como campeones del primer set no vamos a ninguna parte, hay que mantener el rendimiento a lo largo de todo el partido.
Dejamos el voly, que de alguna manera hemos abordado también bastante, y vamos al balonmano, que me dejó insatisfecho en ambas ramas. Las chicas no estaban para el oro, pero debieron tener una mejor actuación, y los varones, con jugadores brillantes en Ligas europeas, estaban para mucho más. Los rivales que nos derrotaron no creo que estén por encima de nosotros, así que algo falló tácticamente.
El baloncesto no llevaba grandes expectativas, porque debemos recordar que ninguno de los dos equipos obtuvo su clasificación a Santiago, y las chicas fueron por la ausencia de Estados Unidos. De todas maneras, hicieron un digno papel, quizás el único que se puede catalogar así entre todos los deportes colectivos, donde dejo la puerta abierta al hockey sobre césped, porque si bien las deserciones llegaron concluida la lid, mentalmente eso afectó a las jugadoras que no rindieron al máximo.
Este último aspecto complica sobremanera la labor en los deportes colectivos, porque cuando comienza a haber team work si falta una pieza o varias casi todo se quiebra, pero no puede ser la justificación; hay que trabajar mucho mejor en aspectos como la concentración, la entrega y el pensamiento técnico-táctico, para volver a celebrar en grande en este tipo de disciplinas que están entre las más populares.
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Zarza
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