Nacen ratones sin padre, solo de óvulos no fertilizados
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Foto: Yanchang Wei
Un nuevo estudio ha conseguido revelar parte del enigma de la partenogénesis al comprobar que puede ocurrir en los mamíferos, al menos en condiciones de laboratorio.
Un equipo de científicos de la Universidad Jiao Tong de Shanghái (China) ha logrado que nazcan ratones sin padre, sin ningún ADN genético masculino, utilizando únicamente, óvulos de ratón no fertilizados.
Algunos peces, reptiles, anfibios, escorpiones o abejas tienen descendencia de esta forma, pero se pensaba que en mamíferos era imposible.
Añadieron ADN que se expulsa en las primeras etapas del desarrollo del óvulo y utilizaron la técnica CRISPR de edición genética para apuntar a siete regiones de genes impresas previamente identificadas como importantes en el desarrollo del embrión y cambiar la impronta epigenética.
Apuntar a estos sitios requiere la adición o eliminación precisa de grupos metilo mientras se deja el código de ADN subyacente sin cambios, un proceso que hasta ahora ha resultado difícil. El resultado es que de las dos hembras empleadas en el experimento, la segunda copia del código genético de la madre 'engañó' al óvulo como si fuera un macho con objeto de que se convirtiera en un embrión. Y así fue.
"Después de la activación partenogenética, estas regiones editadas mostraron el mantenimiento de la metilación como regiones establecidas naturalmente durante el desarrollo temprano previo a la implantación", escribieron los autores en su artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Este método no cambia el ADN real de un animal, sino que altera la expresión y la actividad de los genes, para crear embriones partenogenéticos no fertilizados sin esperma masculino. Los investigadores compararon el desarrollo de los animales partenogenéticos con un grupo de control de ratones.
Editaron 227 óvulos no fertilizados, de los cuales resultaron finalmente 192 embriones. Tras transferir los embriones a ratones hembra, únicamente 14 de estos embriones llegaron a término; aunque, finalmente, solo tres sobrevivieron. De estos tres ratones supervivientes, solo un ratón partenogenético logró alcanzar la edad adulta, que luego se reprodujo con éxito, con un macho, para crear descendencia viable.
"Estos datos demuestran que la partenogénesis se puede lograr mediante la reescritura epigenética específica de múltiples regiones críticas de control de impresión", continúan los expertos.
Como solo una de las crías sobrevivió hasta la edad adulta, habría que mejorar la tasa de éxito. La investigación adicional ayudará a aclarar por qué no sobrevivieron más crías y cómo editar con éxito embriones partenogenéticos de mamíferos para garantizar mejor su supervivencia.
Pero el ratón nacido de la partenogénesis tuvo su propia descendencia, completamente normal, lo que demuestra el primer caso de partenogénesis a partir de un óvulo de mamífero no fertilizado; unos resultados que podrían tener aplicaciones aún más amplias en la investigación médica, la agricultura y mucho más.
Se necesitará más investigación para comprender si la partenogénesis alguna vez será posible en seres humanos.
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