Los Pilongos hechizan

Para enamorar a alguien no basta con prometer el cielo y la tierra (para en la mayoría de los casos incumplir las promesas), llenar de regalos a la otra persona o lucir perfectos, hay que entregar cuerpo y alma y sobre todo ser auténtico.

Eso lo mostraron con creces los peloteritos cubanos de Santa Clara en la Serie Latinoamericana de Pequeñas Ligas de Béisbol (9-10 años), que se celebró en México.

Los resultados pasan a un lugar secundario cuando se ve pasión sincera, cuando les va la vida en cada lance o turno al bate, y cuando ríen o lloran según hayan actuado.

Los Pilongos, como se hacen llamar, representaron dignamente a Cuba en Guadalupe, Nuevo León, y no haber llegado a la final pasa a un segundo plano porque dieron hasta el último esfuerzo por alcanzar la meta.

Como en casi todas estas categorías menores, la diferencia de físico de los nuestros con los restantes es apreciable, pero en corazón les pueden igualar, pero no superar.

Lo mismo va para los de La Lisa (11-12), que no pudieron lograr el pase a la Serie Mundial de Pequeñas Ligas, porque aun cuando no hayamos podido verlos en imágenes en esa lid los apreciamos en el torneo doméstico.

Gracias a las redes sociales y la magia de internet pudimos ver en su totalidad la actuación de la tropa del mentor José Yadián Ganuza, que sucumbió solamente ante los mejores planteles de la lid, los anfitriones y los venezolanos.

El conjunto santaclareño dejó muy buena imagen, y estoy seguro de que más de uno de esos muchachos brillarán posteriormente en cualquier nivel de béisbol.

Mostraron también la capacidad de reacción que muchas veces pedimos a los conjuntos de la elite, cuya presencia en el terreno luce a ratos mecánica y falta de empuje.

Cómo no enamorarse hasta de los rivales, porque el niño que salió al box contra Santa Clara cuando los locales de Linda Vista perdían 0x2 y aguantó nuestra ofensiva era todo un espectáculo.

Ya lo era cuando estaba en el campo corto, y cuando se encaramó en la lomita se creció al dominar a la tanda de los centrales y producir la primera carrera en la remontada. Sus efusivas celebraciones son claras señales de cuánto sacrifican cada día para cumplir el sueño de llegar a la elite en el difícil deporte de las bolas y los strikes.

En estos momentos un elenco nacional sub-12 participa en el certamen del orbe con sede en Taipei de China, y podremos apreciar también su desempeño y entrega, aunque ya sabemos que no podrán estar en la Super Ronda y eso puede afectar nuestra ubicación en el ranking mundial que aglutina a todas las categorías, pero en Guadalupe fuimos testigos no de un torneo de pelota, sino de un hechizo colectivo.