Lo de Yarisleidis va en serio

Lo que me transmitió la canoísta Yarisleidis Cirilo cuando conversé con ella no fue cosa de juego, era evidente que iba en serio cuando me contaba su deseo de dejar huella en el deporte cubano, y lo está haciendo.

La corona que acaba de conseguir en el C-1 a 200 metros en el Campeonato Mundial de Duisburgo (Alemania) dice a las claras que hay que contar con ella a la hora de repartir las medallas en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Fue tanta su emoción por alcanzar la cima del esfuerzo realizado en los últimos años, que cayó del bote luego de cruzar la meta, pero por suerte ya no era aquella niña que solamente remaba cerca de la orilla en su natal Guantánamo porque no sabía nadar y le tenía pánico al agua.

La española Antia Jacome y la china Wenjun Lin, medallistas de plata y bronce, serán, sin dudas, dos de sus principales rivales en la Ciudad Luz, donde Cuba pudiera mantenerse en el podio que de manera brillante alcanzó en Tokio 2020, y por primera vez en la historia, gracias a una mujer. 

En la competencia germana participó también la campeona olímpica vigente, la norteamericana Nevin Harrison, otra gran aspirante al estrado de premiaciones dentro de 12 meses.

Paletada tras paletada, medalla tras medalla, se va acercando a su sueño de alcanzar un metal en la venidera cita bajo los cinco aros, pues, aunque tenía dos títulos en Copas del Mundo, un Mundial es diferente, y más este, donde estuvieron todas las mejores del planeta porque se otorgaron los primeros boletos para París 2024: 158 en total entre todas las modalidades de ambos sexos.

No importó que rompiera de buenas a primeras su comunión con Katherin Nuevo en la canoa biplaza; con muy poco tiempo para alcanzar la compenetración ideal con su nueva compañera, Yinnoly López, terminó sexta en la final de la prueba de C-2 a 500 metros, también con boleto estival.

Junto a Nuevo se llevó el oro en el C-2 a 200 metros en el Campeonato Mundial celebrado el pasado año en Halifax, Canadá, al cual agregó títulos en esa misma distancia (no olímpica) en las Copas Mundiales de Racice, República Checa, y Poznan, Polonia. 

Ahora tiene que empezar de cero con una chica de solamente 17 años detrás que enfrentó una competencia internacional por primera vez, pero el futuro luce prometedor.

Los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 serán un buen momento para evaluar la progresión de esta nueva dupla, que se unió hace apenas dos meses.

Antes de comenzar el año 2022, muy pocos creyeron que podría terminar como la Mejor Atleta Femenina de la temporada en Cuba, y ahora apunta con fuerza a repetir ese galardón.

A sus 21 años está dispuesta a comerse el mundo, y el mundo sabe que va muy en serio.