La RAE lanza nuevas aplicaciones basadas en Inteligencia Artificial abiertas al público
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El director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado. Foto: EFE
Un observatorio de neologismos, un recopilador de diversidad lingüística del español o un verificador ortográfico, gramatical y léxico son algunas de las nuevas aplicaciones basadas en inteligencia artificial que ha presentado este jueves la Real Academia Española (RAE) en el marco de su proyecto LEIA (Lengua Española e Inteligencia Artificial).
Estos recursos, financiados con cinco millones de euros de los fondos europeos NextGenerationEU, estarán disponibles dentro de unos días en la plataforma de LEIA, integrada en la web de la RAE, según ha anunciado el director de esta institución, Santiago Muñoz Machado, durante el acto de presentación que ha tenido lugar en su sede.
La IA «ya no es una opción sino una necesidad»
Para la RAE, ha dicho Muñoz Machado, la IA «ya no es una opción sino una necesidad (…), una aliada indispensable para preservar, estudiar y proyectar la lengua española hacia el futuro» y el proyecto LEIA parte de la convicción de que el español ha de ser «una lengua viva en aulas y libros, pero también en algoritmos, plataformas y aplicaciones, en cada rincón del mundo digital».
Puesto en marcha en el Congreso de academias del español celebrado en 2019 en Sevilla, el objetivo del proyecto LEIA es «defender, proyectar y garantizar el uso del español en el universo digital y especialmente en el ámbito de la IA», ha recordado Muñoz Machado.
Tras una primera fase en la que se impulsaron acuerdos con empresas tecnológicas, como Google, Microsoft o Telefónica, para que usaran las herramientas lingüísticas de la RAE, en 2022 se puso en marcha esta segunda fase, con la colaboración del Gobierno, que lo incluyó dentro de su Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica dedicado a la «Nueva economía de la lengua».
Aleida Alcaide, directora general de Inteligencia Artificial del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, ha explicado que el PERTE busca aprovechar el potencial de la lengua española para el desarrollo económico y fomentar «la soberanía tecnológica y de la lengua».
Ese proyecto estratégico incluye también el proyecto ALIA, que desarrolla modelos de IA propios con la idea de que ésta no se limite «a traducir del inglés», sino que disponga de un corpus propio y de «evitar el monopolio lingüístico en determinados sectores económicos en el futuro».
Un observatorio de palabras o un registro de variedades del español
La plataforma de LEIA consta de dos partes diferenciadas: una privada, para el trabajo diario de los departamentos de la institución, y otra pública, a cuyas herramientas podrá acceder próximamente de manera libre y gratuita para su consulta, según ha explicado la directora del proyecto, la académica Asunción Gómez-Pérez.
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La RAE ya está haciendo uso del observatorio de palabras, una herramienta capaz de detectar automáticamente, de forma diaria y masiva, en el universo digital y a partir de fuentes como la prensa, redes sociales o boletines, palabras y expresiones que no están registradas en el Diccionario de la lengua española (DLE).
Estos términos pueden ser neologismos, derivados, tecnicismos, regionalismos y extranjerismos, además de otras palabras o expresiones cuyo uso resulte novedoso o pueda suscitar dudas a los hispanohablantes.
La herramienta analiza un millón de formas diarias y mostrará públicamente una selección de las mismas, con comentarios provisionales de los lingüistas, ya que se trata de palabras en observación.
Una segunda aplicación es un sistema de consultas que recopila las dudas y preguntas que llegan a la RAE a través de la red social X o la página web institucional y las clasifica por categorías. No es un chatbot, ha subrayado la directora del proyecto, ya que las respuestas son supervisadas por un lingüista.
Verificador lingüístico
En tercer lugar, habrá un verificador lingüístico que permitirá detectar y clasificar errores de naturaleza ortográfica, léxica, sintáctica y morfológica; ofrecerá sugerencias de corrección y las explicaciones con enlaces a la doctrina.
Otra de las herramientas desarrolladas es un recopilador de las distintas variedades lingüísticas de las áreas geográficas donde se habla español, que operará mediante juegos o retos a través de una sección interactiva.
Por ejemplo, los usuarios podrán ver una imagen y describirla con su propia voz, u observar un objeto e indicar cómo lo llaman en su lugar de procedencia. Los datos obtenidos serán posteriormente analizados por los equipos lingüísticos de la RAE.
Por último, se han digitalizado fondos propios de la Academia, las llamadas fichas de punto rojo, más de 800.000 papeletas lexicográficas almacenadas en sus archivos que designan la primera documentación que se tiene de una palabra.












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