La industria cubana busca alternativas para seguir aportando

Ante las limitaciones financieras, con el combustible y la energía eléctrica, más las que impone el bloqueo estadounidense, la industria cubana busca alternativas en beneficio de la economía y la sociedad, tal como lo demostró hoy Eloy Álvarez Martínez, ministro de Industrias.

Su comparecencia en la Mesa Redonda Informativa sobre las principales políticas, funciones rectoras de ese organismo y sus grupos empresariales, proyectos y programas en marcha, y perspectivas o planes, dan una clara idea de que si es mucho cuanto se hace, mayor aún lo que queda por hacer.

Sin obviar tampoco la consagración de su  principal capital, los trabajadores y los cuadros dirigentes, en sus manos está en gran medida el desarrollo y bienestar de la nación y de su gente, visto a través de la política industrial.

Tal cual explicó detalladamente el titular del Mindus, de ésta depende la sustitución de importaciones; de ahí que prioridades hoy sean incrementar y utilizar mejor las capacidades fabriles, garantizar su mantenimiento y la producción de piezas de repuesto.

También se trabaja con intensidad en elevar el nivel de automatización de las líneas tecnológicas, en satisfacer la demanda del país en materia de envases y embalaje, una parte de éstos para la exportación en busca de mayores ingresos de divisas.

Una experiencia interesante presentada en el espacio radio televisivo fue la del proyecto Reciclo mi barrio, que se implementa en Santa Clara y en otros municipios villaclareños, consistente en acercar o llevar a la comunidad medios de transporte destinados a recoger materias primas en manos de la población.

Según Álvarez Martínez el 60 por ciento de las 97 mil toneladas de vidrio, cartón, chatarra y otros renglones, que hoy se recupera, es a través de la población, de ahí la existencia de representantes o gestores del reciclaje a nivel de Consejos Populares.

También el ministro se refirió a los principales avances y aportes que se logran en la política de Diseño Industrial.

El Ministerio de Industria centra su atención además, en la eliminación de distorsiones en el sistema empresarial y la necesidad de que sus entidades se vinculen mejor con los actores económicos no estatales.

Ello posibilita buscar alternativas para la estabilidad de la fuerza de trabajo, sobre todo en aras de cumplir sus compromisos con la producción de bienes esenciales para la población y la economía.

Otra expresión de su alta responsabilidad lo constituye el hecho de que de 222 productos que se importan, en solo 89 han logrado sustituciones y en el resto la causa fundamental de no alcanzarlo está en las limitaciones financieras y materiales.

Así sucede, por ejemplo, con los fertilizantes y los neumáticos que debe garantizar la industria química, con las también insuficientes entregas de piezas de repuesto para la industria del níquel y de diversos renglones en la electrónica.

En busca de depender menos de los financiamientos centralizados, se buscan alternativas a través de producciones secundarias en 46 empresas, como parte del esquema de autogestión financiera aprobado para un grupo de entidades.

El titular del Mindus subrayó que los encadenamientos productivos con el sector no estatal y la inversión extranjera, en la que hay más de 25 negocios operando, están dirigidos al desarrollo de piezas de repuesto y nuevas tecnologías, a explotar las potencialidades con que se cuenta.

Por su importancia estratégica continúan ejecutándose inversiones como la de Antillana de Acero (su laminador), el Proyecto de Artes Gráficas (de periódicos a color), el de la Planta de Oxígeno en la zona oriental y el de Vidrio de la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

En medio también de sus compromisos sociales, al decir del ministro de Industria son prioridades del organismo el trabajo con los cuadros, la batalla por el control de los recursos en aras de prevenir delitos y actos de corrupción, fortalecer el papel de la empresa estatal y consolidar la comunicación.